Ports de les Illes Balears sale de los números rojos y programa una serie de actuaciones en los puertos de gestión autonómica que en Menorca suman en torno a los 20 millones de euros para esta legislatura. Los proyectos no son nuevos. Aunque se calendarizan para su ejecución.
El conseller de Movilidad y Vivienda, Marc Pons, dio a conocer ayer el plan de inversiones hasta 2023 en el que se incluyen actuaciones tanto en el puerto de Fornells, como en el de Ciutadella. Éste es el que concentra la mayor inversión. Pons asegura que las actuaciones se desarrollan «bajo el criterio de mejora de las instalaciones portuarias en seguridad, calidad, sostenibilidad y también operativa, especialmente en el caso de los puertos con un uso comercial», como el de Son Blanc. Aunque la actuación más importante es la ampliación y la reforma de la terminal, se incorporan obras para optimizar la operativa y la seguridad. Se actúa también en el puerto interior y se reserva partida para realizar actuaciones que han quedado pendientes tras la reforma integral.
En Fornells, se va a ejecutar la segunda fase de la reforma del puerto, la más costosa, después de haberse ejecutado unos vestuarios y haber iniciado la mejora de los pavimentos y cambio de estética de la zona comprendida entre la calle Governador y el dique (878.000 euros).
El conseller indicó ayer que es posible ejecutar este plan de inversiones porque «hemos conseguido convertir una empresa pública que estaba prácticamente hundida en una empresa con beneficios». Y recordó que en 2015 la deuda financiera era de 50 millones. Y cerrará el 2019 con una deuda de 18 millones de euros. El objetivo es «acabar la legislatura sin deuda».