Costa Cruceros ha anunciado recientemente que su nuevo y flamante barco, todavía por estrenar, el «Costa Toscana», cubrirá durante buena parte de 2021 la ruta del Mediterráneo Occidental de esta marca. Esto significa que este itinerario que pasa por ciudades de las costas de España, Italia y Francia dejará de incluir el puerto de Maó, como sí ha estado haciendo durante los últimos años. El motivo es que los 337 metros de eslora del «Costa Toscana» no pueden acceder a sus muelles. Superan por mucho los máximos establecidos para maniobrar dentro del puerto.
De hecho, en la programación de cruceros de Autoridad Portuaria de Balears para 2021 ya no aparecen barcos cuyo nombre empiece por Costa. Sí los hay en la programación para este año, en concreto catorce escalas que realizará de nuevo el «Costa Victoria», un barco de 253 metros de eslora que, después de algunas dudas iniciales que le llevaron a realizar en 2018 algunas operaciones en el puerto de Ciutadella, sí puede entrar en el puerto de Maó.
No obstante, la empresa propietaria de Costa Cruceros, la italiana Costa Crociere, no deja del todo el puerto de Maó. Mantiene en este puerto escalas de su segunda marca, Aida, muy centrada en el mercado germánico y con un tipo de oferta algo distinto. No obstante, las programaciones conocidas hasta la fecha a medio plazo demuestran que las llegada contempladas por Aida no cubren, por el momento, el hueco que dejan los barcos de Costa. Aida ya tiene previstas cuatro escalas en Maó en 2020, que suben a siete en 2021. De momento, además, ya ha reservado muelle para cinco escalas en 2022. Cifras bajas, cuando cabe recordar, por ejemplo, que en 2017 el «Costa Neoriviera» (reconvertido ahora precisamente en el «AidaMira») realizó hasta 18 escalas en Maó.
Hace años ya que desde el sector del crucero advierten que la tendencia es utilizar, sobre todo para las rutas más populares, barcos de mayor tamaño que permitan mejorar su rendimiento y ajustar los precios. El puerto de Maó, en este contexto, no puede competir, puesto que sus limitaciones físicas son evidentes. En 2019 ya desapareció de la programación de cruceros la compañía MSC, que pasó a operar en el Mediterráneo con barcos de mayor tamaño para destinar los aptos para Maó, de 275 metros de eslora, a otras rutas. Como consecuencia de ello, en parte, en los últimos ejercicios se ha experimentado una tendencia a la baja en la llegada de barcos turísticos a la Isla.
2021, flojo
Las previsiones de 2021 no apuntan, por el momento, a una mejoría en este sentido. Han reservado espacio para atracar en Maó el año que viene 42 cruceros, cuando el año pasado por estas mismas fechas las escalas programadas para 2020 eran 47. Estas cifras van cambiando de forma frecuente, generalmente al alza con la incorporación de nuevas escalas programadas, aunque también se anulan a veces por cambios de programación de la compañía o mal tiempo. De hecho ahora mismo para la temporada de este año ya se prevén 62 desembarcos de cruceristas. Son dos menos de los que se realizaron durante 2019.
Según se desprende de la programación de Autoridad Portuaria, la temporada de cruceros de 2020 comprenderá del 18 de marzo («Europa 2», 226 metros de eslora) hasta el 8 de noviembre («Star Flyer», 116 metros), mientras que en 2021 empezaría algo más tarde, a mediados de abril, para acabar a finales de octubre. En ambos ejercicios el barco más grande previsto alcanza los 253 metros de eslora. Se trata del «Costa Victoria» en 2020 y del «AidaStella» el año que viene.