La demostración de caza que se celebró en la reciente Fira de sa Perdiu, en concreto con perros que perseguían conejos, ha generado una fuerte polémica y las críticas de la Protectora d'Animals de Maó. También particulares han lamentado este espectáculo desarrollado ante niños que podían ver la persecución –y muerte en algunos casos–, de los conejos, aseguró este martes una espectadora de la feria a «Es Diari».
El aluvión de quejas recibidas por la Protectora d'Animals de Maó hizo que emitiera un comunicado en el que califica de «inmoral y propio del siglo pasado el que un ayuntamiento permita que en una feria donde asisten menores de edad se suelte un conejo para que sea perseguido por perros», y apunta directamente a los cazadores, «si creen que este espectáculo es educativo o positivo para el futuro de sus hijos, que lo hagan en su casa».
Entre protectoras y el mundo de la caza hay una distancia insalvable, pero habitualmente, como señala la Protectora de Maó, ésta se abstiene de emitir opiniones sobre un colectivo que practica una actividad «totalmente contraria a los principios de una asociación animalista». Pero también recuerda que las protectoras y sus voluntarios se encargan de los perros abandonados que genera la caza.
Hembra, podenca de tamaño mediano, nacida en 2011, fue abandonada en la puerta de la perrera de Maó; su dueño no dio la cara y ahora busca adoptante rebautizada con el nombre de Sevilla. Este es uno de los muchos casos que gestionan las protectoras. Podencos eran también algunos de los perros que perseguían a los conejos en las demostraciones de caza celebradas el pasado domingo en la feria. En su comunicado la Protectora de Maó recuerda que solo durante los años 2018 y 2019 se han abandonado en las perreras de la Isla 173 perros de caza «todos los que no les sirven, les sobran» y denuncia que estos hechos no sean penalizados.