La liturgia de la Semana Santa prosigue hoy, Jueves Santo, con la conmemoración de la última cena de Jesús en la Catedral de Menorca, después de la Misa Crismal en la que fueron bendecidos los santos óleos (Crisma) para la unción de los recién nacidos, confirmación, ordenaciones, y para los enfermos.
El Jueves Santo, también denominado "Día del amor fraterno", inicia el Triduo Pascual que culminará con el Domingo de Pascua de Resurrección después del Viernes Santo -dedicado a la muerte y entierro de Jesús- y la vigilia del Sábado Santo.
La supresión del culto -decretada con el estado de alarma entre las medidas para evitar la propagación del coronavirus- ha motivado que la celebración de la Santa Cena del Señor se haya desarrollado a puerta cerrada en la Catedral, siendo retransmitida en directo por la delegación diocesana de Medios de Comunicación a través del canal Youtube Bisbat de Menorca y también por el diario digital menorca.info. Ha presidido este oficio de Semana Santa el obispo Francesc Conesa, que ha celebrado la liturgia con el vicario general, Gerard Villalonga, y el rector de la Catedral, Josep Manguán.
En la homilía, el obispo de Menorca afirma que “la vivencia del Jueves Santo es fuentes de amor, tanto para cada uno de nosotros como para todos juntos como Iglesia. Celebrar en profundidad estos misterios nos introduce en una dinámica de amor, que nos lleva a imitar a Jesús ofreciendo nosotros a los demás el pan partido de nuestras propias vidas”. “En estos días de pandemia -señala Conesa Ferrer- el Señor nos llama de manera especial a estar atentos para descubrir las necesidades de los demás y mostrar que somos de verdad Iglesia que está dispuesta a servir a todos”.
El pastor de la diócesis menorquina expresa su preocupación porque “estos días de confinamiento traigan consigo una crisis económica en la que se vean afectados los más vulnerables” y ha declarado que “como Iglesia que ha experimentado el amor de Jesucristo, nos sentimos convocados a ofrecer a todos ese amor, que se debe traducir en gestos de acogida, de compartir y de solidaridad”.
Se omite el lavatorio de pies
Las medidas de confinamiento afectan a los oficios de la Semana Santa, que se celebran sin la asistencia de los fieles. Así lo establece un Decreto para la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano.
La Santa Sede precisa que “la fecha de la Pascua no puede ser trasladada”. Establece que los fieles sean avisados de la hora del inicio de las celebraciones, de modo que puedan unirse en oración desde sus propias casas y subraya que podrán ser de gran ayuda los medios de comunicación telemática "en directo, no grabados". El decreto establece que se omita el lavatorio de los pies del Jueves Santo y que, al final de la Misa en la Cena del Señor, "se omita también la procesión y el Santísimo Sacramento se reserve en el sagrario". En este día, se concede excepcionalmente a los presbíteros la facultad de celebrar la Eucaristía, sin la presencia del pueblo, en lugar adecuado.
Viernes Santo y Vigilia Pascual
El Viernes Santo, el Vaticano precisa que en la oración universal, "los obispos se encargarán de preparar una especial intención por los que se encuentran en situación de peligro, los enfermos y los difuntos" y añade que "la adoración de la Cruz con el beso se limite solo al celebrante".
Finalmente, establece que la Vigilia Pascual se celebrará "solo en las iglesias catedrales y parroquiales" y para la liturgia bautismal, pide que "se mantenga solo la renovación de las promesas bautismales". Los seminarios, las residencias sacerdotales, los monasterios y las comunidades religiosas también deberán atenerse a estas indicaciones.
Procesiones aplazadas
El Vaticano también propone que las expresiones de piedad popular y las procesiones que enriquecen los días de la Semana Santa y del Triduo Pascual, puedan ser trasladadas a otros días convenientes, por ejemplo, el 14 y 15 de septiembre, aunque lo deja "a juicio del obispo diocesano".
En España, obispados como el de Granada, Sevilla, Huelva, Cádiz, Mallorca, Menorca o Zaragoza han indicado que esperarán a que pase la emergencia sanitaria por el coronavirus COVID-19 para decidir si trasladan o no las procesiones de Semana Santa.