La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Maó aprobó el lunes una ampliación del plazo máximo en el que la empresa adjudicataria debe tener acabada la planta desnitrificadora, con la que está trabajando ya en un solar de Malbúger.
Así las cosas, en estos momentos se contempla que el montaje de la infraestructura esté acabado el 15 de julio. Será entonces cuando se deberán llevar a cabo las pruebas necesarias para que el departamento de Sanidad autorice su entrada en funcionamiento.
El acta de replanteo de la obra se firmó en octubre y el plazo rondaba el medio año. La demora es evidente. La empresa, informan desde el Consistorio, alega que con la pandemia de la covid-19 no ha podido cumplir con los tiempos marcados en el contrato. La desnitrificadora es una instalación de carácter modular, con piezas que vienen ya fabricadas desde la Península y ahora tienen que montarse.
Menos nitratos
Mientras tanto, el agua corriente de Maó continúa siendo no potable por la alta presencia de nitratos. En los análisis de mayo, últimos disponibles, se puede comprobar que solo uno de los siete pozos controlados presenta unas cifras por debajo de los 50 miligramos por litros. Pese a ello, si se compara con los análisis de mayo de 2019, se ha producido una importante mejora de estos niveles de nitratos. Así, en seis pozos la presencia de este contaminante se ha reducido y en uno ha aumentado. Los números se mueven entre los 44,2 miligramos de Sant Climent a los 57 de Turó, cuando hace un año cuatro pozos superaban los 60.