Un 50 por ciento de los alumnos menorquines de tercer y cuarto de ESO rechaza abiertamente a las personas migrantes que han llegado a la Isla, desconfía de ellas o se muestra indiferente. Es uno de los datos más inquietantes, sino el que más, que arroja el detallado estudio elaborado por Agrup360 sobre las personas migrantes y la interculturalidad en Menorca.
Esa cifra contrasta con la conclusión del trabajo financiado y promovido por el Fons Menorquí de Cooperació, presentado ayer por la consellera de Bienestar Social, Bàrbara Torrent, la gerente del Fons, Margarita Benejam y uno de sus tres autores, Andreu Florit. Estos indican que a partir de las entrevistas a 109 migrantes y las encuestas a 720 alumnos se perfila una sociedad respetuosa con los desplazados, sin problemas significativos de convivencia, pero con incapacidad para tejer relaciones interculturales.
El estudio aborda la integración de los migrantes en todos los ámbitos -en 2018 representaban el 16 por ciento de la población insular-, la percepción de los jóvenes en torno a la inmigración y la multiculturalidad y las políticas para fomentar una sociedad integradora.
Si la mitad de los alumnos encuestados muestra una actitud favorable, hay reacciones entre el 25 por ciento que la rechaza y el otro 25 que desconfía de ellas, que responden a los estereotipos negativos sobre el inmigrante. Lo demuestra que un 45 % esté de acuerdo con la afirmación de que gran parte de los desplazados viven de las ayudas sociales.