El Ayuntamiento de Alaior ha actualizado el reglamento de concesión de honores y distinciones como paso previo a cambiar el nombre de la calle Baixamar por el de Santiago Pons Quintana. El articulado del nuevo reglamento incorpora, por un lado, la posibilidad de distinguir méritos con «la dedicación y denominación» de espacios públicos, calles, plazas y monumentos de Alaior. Y por otro, permite que estas distinciones se aprueben en pleno con una mayoría absoluta.
Estos dos aspectos han sido motivo de desacuerdo no solo por parte de Junts per Lô, que ya votó en contra en el pleno, «no de distinguir al empresario sino de que sea a costa de la eliminación de una nomenclatura autóctona». Y pone el ejemplo del Carrer de la Sala, que está dedicado a Josep Miquel Guàrdia. No desapareció su designación original. Ni tampoco desapareció la calle Eivissa, de recién creación, dedicada en 2013 a la Cooperativa San Crispín, explica la formación.
El historiador Josep Portella ha presentado alegaciones -a título personal- al articulado. El período de exposición pública concluyó a final de mes. Y recibió cuatro alegaciones y un argumentario, según informa el Ayuntamiento.
Portella propone que el cambio de nombre de una calle solo se pueda llevar a cabo en los de nueva creación. Y en el caso de una vía pública ya existente y una denominación arraigada, que no se pueda sustituir, solo dedicar. «Esta nomenclatura forma parte del patrimonio cultural e histórico del pueblo», señala.
El concejal de Cultura, Tiago Reurer, considera que la vida cambia y «no podemos quedarnos inmovilizados». Y pone el ejemplo de la calle Baixamar, la misma que se quiere modificar. Antiguamente se denominaba calle Pablo Iglesias, en relación al fundador del PSOE. Ahora es Carrer Baixamar, dedicado a Sant Antoni.
Por otra parte, Portella también reclama el mantenimiento de la mayoría cualificada de dos terceras partes de los miembros del Consistorio para poder aprobar cualquiera de las distinciones previstas. La propuesta del equipo de gobierno lo deja en mayoría absoluta. Considera que cualquier nueva mayoría podría anular o revocar el acuerdo tomado.
También propone la creación de una comisión específica de debate que valore las propuestas, acuerde un calendario para evitar la proliferación y elabore una relación de personas susceptibles a una distinción.