La temporada bajo mínimos a causa de la pandemia de la covid-19 ha acentuado las promociones en el sector hotelero para captar clientes, hasta el punto de que estas iniciativas se están manteniendo en el mes vacacional por excelencia, agosto, cuando normalmente la ocupación del 90 por ciento no precisa este tipo de ofertas. La práctica es común en todo el país como solución para incrementar reservas ante el descenso del número de turistas, ahora agravado por las restricciones impuestas desde Gran Bretaña.
Los descuentos en algunos casos llegan a alcanzar el 33 por ciento, como recogen algunos buscadores que comparan precios en sus bases de datos -Trivago es uno de ellos- aunque la media de la bajada, de julio a septiembre, se situaría en torno al 10 por ciento en los establecimientos de la Isla abiertos. La cifra es variable y cada negocio la flexibiliza según su criterio, explican algunos directores consultados por este diario. Es cierto, en todo caso, que hoy pueden encontrarse habitaciones en hoteles de reconocido prestigio, de cuatro estrellas, a un precio por debajo de los 200 euros al día en pleno mes de agosto. Registrarse como cliente antes de la reserva es otra fórmula que ofrecen algunos grupos para elevar el descuento, tal es el caso del Catalonia Mirador des Port, en Maó.
La contratación directa se prodiga en estas fechas. «Los clientes saben la situación, y es cierto que primero quieren informarse sobre los protocolos de sanidad que tiene el hotel respecto al virus, para inmediatamente proponer una rebaja en el precio que ya está rebajado», apunta Roberto Bombana, director del hotel Sa Barrera, en Cala en Porter. La misma explicación ofrecen otros responsables, quienes admiten que, en ocasiones, la rebaja se incrementa «ligeramente» para asegurar la reserva.
José Guillermo Díaz Montañés, CEO del grupo Artiem, observa, sin embargo, que «en la crisis que vivimos el factor precio no es una palanca tan potente como en otras, se valora mucho la seguridad percibida y que las personas tengan decidido viajar». Además sostiene que no por rebajar los precios de forma acentuada «vas a generar una demanda que te compense ese descenso».
No todos los hoteleros quieren referirse a la situación, de hecho la patronal no ofrece cifras al respecto, tampoco las de la ocupación hasta el momento. Es la determinación para «no transmitir noticias negativas», indica Francisco Mercadal, del grupo Sethotels con el propósito de poner freno al clima negativo coyuntural.