Las reservas hídricas de Baleares se situaron en el 62 por ciento en agosto, cinco puntos por debajo del mes anterior, a pesar de que con una notable mejora respecto del año pasado, cuando se situaban en un 49 por ciento.
Según ha señalado la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio en un comunicado, el descenso mensual ha sido generalizado en todas las islas, siendo Formentera la isla donde ha variado más el porcentaje, con un descenso del 61 por ciento al 55 por ciento.
En Mallorca, se pasa de un 68 por ciento a un 65 por ciento y en Menorca, del 58 por ciento al 56 por ciento respecto al mes pasado. En Eivissa la variación ha sido solo de una décima, pasando del 44,2 al 44,1 por ciento.
El escenario de las unidades de demanda (UD) de agosto no varía respecto a julio, puesto que todas siguen en escenario de normalidad. Aún así, las UD de Menorca, Tramuntana Nord, Tramuntana Sud e Eivissa se encuentran en situación de prealerta.
Según han apuntado, si la situación siguiera igual el mes que viene, Eivissa y las dos unidades de demanda de Tramuntana entrarían en el escenario de prealerta, puesto que habrían pasado los tres meses necesarios para hacer el cambio.
En cuanto a los datos del Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), indican que agosto ha sido, en las Islas, un mes húmedo y muy cálido, pero con variaciones importantes, puesto que de media se acumularon 23,3 litros por metro cuadrado , lo que supone un 115 por ciento más de la precipitación habitual. Mientras que en Menorca (66 por ciento) y a las Pitiusas (48 por ciento), el mes ha sido seco, en Mallorca ha sido húmedo (127 por ciento).
El porcentaje interanual de precipitación es excedentario en Mallorca (127 por ciento) y en Menorca (116 por ciento), mientras que en Pitiusas es deficitario (94 por ciento).
En el conjunto del archipiélago, el interanual es de 124 por ciento. Desde la Conselleria han apuntado que gran parte de las precipitaciones del mes de agosto fueron durante el último fin de semana, por lo cual no quedan reflejadas aun en los acuíferos.
Las escasas precipitaciones del verano, el drenaje natural de los acuíferos, junto con las extracciones antrópicas han provocado este descenso que, en el clima mediterráneo se tiene que considerar normal en esta época del año. Sea como sea, los acuíferos siguen en buena situación, han indicado.