Los más pequeños se vieron privados ayer del tiempo habitual de juegos y esparcimiento en los parques infantiles de la Isla al aire libre, que se van a mantener cerrados de nuevo al menos durante los próximos 15 días. Se trata de la aplicación de la nueva normativa determinada por la conselleria de Salud del Govern balear con el objetivo de proteger el inicio del curso escolar, es decir, evitar que todas las medidas sanitarias arbitradas en los centros escolares puedan verse superadas en estos espacios donde no existen las mismas restricciones para la relación entre los menores.
Las policías locales de los ocho municipios de la Isla precintaron ayer todos los parques infantiles de los núcleos urbanos y los existentes en sus respectivas urbanizaciones. Los agentes, además, colocaron en lugares visibles la cartelería que informa de estas medidas excepcionales incorporadas a las ya aprobadas el 19 de junio, y prorrogadas el pasado 28 de agosto, con la prohibición del uso de estos espacios hasta nuevo aviso.
«La gente se muestra comprensiva y no hay problemas de aceptación hasta ahora», explicó ayer Francesc Palliser, oficial de la Policía Local de Ciutadella tras precintar uno de los 26 parques y zonas de ocio infantil del municipio. En los mismos términos se manifestó Francesc Pons, jefe de la Policía Local de Alaior, cuyos parques quedaron igualmente precintados.
El Ayuntamiento de Maó informó además, en su página web, que el cierre de los parques infantiles se mantendrá durante dos semanas, precisando que este periodo es prorrogable, según determine el Govern.
La nueva norma restrictiva supone el cierre de los parques de juegos al aire libre, salvo aquellos que los municipios ceden a los centros escolares para actividades docentes.
También quedan cerrados los chiquiparc, y se limita la reunión de grupos estables hasta 10 participantes en las actividades de esplai y de los escoltes.