El comercio, uno de los sectores más afectados por la crisis económica derivada de la pandemia y uno de los más importantes para encabezar la reactivación, se reunió ayer en Palma a través de sus representantes con la presidenta del Govern. Ambas partes comparten el problema.
Vicente Cajuso, presidente de Ascome, además de la situación del comercio en general y otros problemas planteados en el encuentro, expuso las particularidades menorquinas. Entre ellas, la vieja reivindicación de acabar con la centralización de compras del Govern desde Mallorca o que los lotes de productos sean separados por islas. Ello permitiría participar a Menorca y las Pitïuses de un negocio al que ahora no pueden acceder.
Otras manera de ayudar al comercio menorquín es a través del apoyo a la promoción y difusión de Xuroa, la plataforma en línea que han montado firmas menorquinas. «Hay que competir en el comercio por internet y cuanto más se nos conozca más ayuda», señala Cajuso.
Compartió además otras dos de las reivindicaciones expuestas por PIME a raíz de las crisis económica. La necesidad de posicionar Menorca como destino seguro y preferente, «tenemos los mejores datos sanitarios y solo nos ha servido para ir a la par con Mallorca y Eivissa», agrega.
La otra cuestión hace referencia a la revisión fiscal en todas las escalas de la Administración «y sobre todo, menos IVA turístico para ser más competitivos. El comercio necesita reducción de costos para sobrevivir», concluye.