El cierre del matadero de Ciutadella, tras la ruptura del Ayuntamiento y la empresa que presta el servicio por discrepancias en la cuantía del contrato, va a dejar sin sacrificar una media de 2.345 animales a la semana, incluidos pollos y conejos, salvo que el servicio se reanude con una solución provisional.
La Sociedad Cooperativa Limitada Virgen de Monte Toro, que explota el matadero municipal de Maó, aparece como la mejor alternativa, pero su capacidad operativa le permite asumir aproximadamente solo la mitad de los animales que se sacrifican en poniente, sin contar los que ya se matan en sus naves. Desde junio el matadero de Maó se encarga de los 60 cerdos y 200 lechones que se mataban semanalmente en Ciutadella hasta que se averió la caldera. Un acuerdo de la empresa de Maó con Serveis d'Escorxador hace que los matarifes de Ciutadella se desplacen los lunes a Maó para sacrificar a su porcino.
Por otro lado, las instalaciones mahonesas no están preparadas para sacrificar pollos ni conejos puesto que no disponen de la maquinaria necesaria. A la semana se matan en el de Ciutadella unos 2.000 pollos y unos 200 conejos. Así, el matadero de Maó, entre vacas, terneros y corderos puede asumir 145 animales de los que deberían sacrificarse en Ciutadella, que se sumarían a los cerdos y lechones, ha explicado Núria Muñoz, responsable administrativa de la empresa.
En la SCL Virgen de Monte Toro trabajan cinco empleados, la mitad de los que cuenta Servei d'Escorxador, que desarrolla el servicio en el poniente insular. Con el matadero de Ciutadella, a pleno funcionamiento, se sacrifica prácticamente el 80 por ciento de los animales de las fincas menorquinas, mientras el de Maó corre con un 20-25 por ciento de ellos.