Los últimos brotes de covid-19 en Maó han cambiado en cuestión de días la situación de la pandemia en Menorca, que pasaría de estar en zona verde a naranja si ahora mismo se aplicaran los criterios con los que la Unión Europea busca coordinar la movilidad dentro del espacio Schengen. La Incidencia Acumulada (IA) en los últimos 14 días se sitúa en 54,6 casos por cada cien mil habitantes, un indicador que empeora respecto al del pasado día 9 –cuando había 29,9 casos por cien mil habitantes–, pero que se compensa con una tasa de positividad baja, inferior al 4 por ciento que establece la UE como límite.
Con un total de 1.785 pruebas PCR realizadas en los últimos 14 días, la tasa de positividad en Menorca (el porcentaje de personas que dan positivo para la infección de entre todas a las que se ha hecho la prueba) se sitúa en un 2,68, según informó ayer el Área de Salud. Cuando el pasado viernes se anunció la flexibilización de las restricciones por parte de la Conselleria de Salud los datos reflejaban un descenso de la incidencia de los 31,05 casos por cien mil habitantes del 23 de septiembre a los 25,4 casos notificados del 7 de octubre. Ahora mismo la cifra es más del doble, lo que da una idea de lo rápido que se puede retroceder en la lucha contra esta pandemia.
Consejo Europeo
El Consejo de Asuntos Generales de la UE adoptó ayer una Recomendación sobre el enfoque coordinado de la restricción de la libre circulación en respuesta a la pandemia de covid-19. El objetivo de los Veintisiete es mantener la libertad de movimientos en la Unión y evitar un cierre caótico de fronteras como el que se dio durante la primera ola.
De este modo la UE establecerá un código de colores, un semáforo, de acuerdo con la situación epidemiológica de los estados miembros, que deberán facilitar al Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés) los datos de que dispongan sobre los siguientes criterios: número de casos notificados por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días; número de pruebas realizadas y el índice de positividad. Los estados no deberán restringir la circulación de personas que viajen entre zonas verdes, y si aplican restricciones, deberán respetar las diferencias de situación epidemiológica «y actuar con proporcionalidad». La Recomendación deja a los estados la posibilidad de imponer cuarentenas y exigir tests diagnósticos.