El departamento de Medio Ambiente y Reserva de Biosfera del Consell está ultimando la preparación de un ambicioso plan de actuaciones en materia energética en busca de la primera gran inyección de dinero público para cumplir con la Estrategia Menorca 2030, la hoja de ruta a diez años hacia la descarbonización de la Isla. Según ha podido saber este diario, la propuesta, que se elevará a través del Govern y del Gobierno central a la Comisión Europea, consta de nueve iniciativas de gran calado y el objetivo es que la Isla pueda recibir parte del pastel de las ayudas que Bruselas ha anunciado para mitigar los efectos económicos de la crisis derivada de la covid-19, un programa que hace especial hincapié en los proyectos para acelerar la transición energética.
El global de estas actuaciones, contempladas como una primera fase de la Estrategia Menorca 2030, que entre otras cosas pretende elevar hasta el 85 por ciento la generación eléctrica a través de energías renovables en un horizonte de diez años, suma un presupuesto de 67,7 millones de euros y buscan posicionar Menorca en la vanguardia de la transición energética y convertir a la Isla en un modelo de economía descarbonizada. Todo ello de la mano del sector privado. La administración pretende con estos fondos poner en marcha iniciativas de impulso a la necesaria inversión privada.
Parque de Milà
El mayor de los proyectos que se han incluido en esta propuesta para buscar financiación europea es el referente al futuro parque de energías renovables de Milà, con una inversión prevista de 28,2 millones de euros para elevar la potencia global hasta los 20 megavatios (MW) sumando el repotenciado parque eólico, las plantas solares fotovoltaicas sobre vertederos clausurados y una planta de biogás, además de la implantación de un sistema de almacenamiento que se prevé que permita almacenar hasta 5 MW de energía activables en el momento conveniente.
La segunda actuación con un mayor presupuesto, nada menos que doce millones de euros, busca dar un salto a gran escala en la implantación del autoconsumo en el ámbito privado, con la creación de una línea plurianual de subvenciones dotada con 8,5 millones y que tendrá como condición sine qua non la instalación de sistemas de almacenamiento (baterías). En este sentido el objetivo es que en Menorca se implanten un millar de baterías vinculadas a instalaciones domésticas y en empresas. La nueva figura del agregador se encargaría de gestionar todas estas baterías para cubrir necesidades globales y dar a cambio una compensación económica a los pequeños productores.
El resto de los fondos de esta línea de actuación serían para la implantación en la Isla de un mercado local de electricidad que permita flexibilidad en las transacciones. Se calcula que las líneas de subvención, teniendo en cuenta que los proyectos se financiarán en un porcentaje, movilizar una inversión privada de 17 millones de euros.
Otro de los proyectos que llaman la atención es el referente a la electrificación de las líneas de transporte público regular, el servicio de autobús que gestiona el Consell. Para esa actuación se prevé un coste de 8,8 millones de euros para, entre otras cosas, la adquisición de 20 autobuses eléctricos de distinto tipo que puedan cubrir tanto líneas urbanas, como líneas de acceso a zonas turísticas y playas, incluidas la de acceso restringido, Macarella y Favàritx.
Siguiendo en el ámbito de la movilidad sostenible, la propuesta en la que está trabajando el departamento de Medio Ambiente y Reserva de Biosfera incluye otra actuación para acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica, con la creación de más de 250 puntos dobles de recarga y la apertura de una línea de ayudas públicas para que empresas de alquiler, profesionales del taxi, empresas de reparto, etc. se animen a transitar hacia el vehículo eléctrico.
El ciclo del agua
El plan también prevé la llamada integración del ciclo del agua en el modelo energético 2030, con una inversión de 3,24 millones para la instalación de renovables y sistemas de almacenamiento en instalaciones de depuración, potabilización y reutilización. Lo mismo se pretende con las instalaciones deportivas públicas y privadas, con un presupuesto de algo más de seis millones de euros para instalar energías renovables en 40 grandes instalaciones deportivas públicas y privadas.
Otras de las líneas de actuación que buscan la financiación europea se refiere a la puesta en marcha de un proyecto piloto de grandes instalaciones de almacenamiento energético que sirvan de test para validar las tecnologías de almacenamiento que deben dar apoyo a la operación del sistema eléctrico en el horizonte 2030. Se han presupuestado 4,5 millones de euros para ese fin y se trabajará en tres frentes, una batería centralizada en una de las subestaciones eléctricas existentes, dispositivos de almacenamiento distribuidos en zonas urbanas o semiurbanas asociado a pequeñas instalaciones fotovoltaicas y el almacenamiento en vehículos eléctricos.
La creación de un polígono empresarial autosuficiente energéticamente a través de instalaciones de autoconsumo y baterías (1,42 millones de euros) y la implantación de renovables y mejoras de eficiencia energética en edificios públicos singulares (950.000 euros) completan esta batería de actuaciones en busca de ayuda financiera.