Con el lema «Somos aquello que tú nos ayudas a ser» este domingo se celebra el Día de la Iglesia Diocesana. Las colectas del fin de semana se dedicarán a los fines y objetivos de la diócesis.
Con este motivo ha editado la publicación «La nostra Església a Menorca» en la que ofrece información sobre los ingresos y gastos de 2019 y las actividades llevadas a cabo en los ámbitos de la celebración y los sacramentos, la pastoral, la asistencial y social, y la cultural. Durante el 2019 la diócesis atendió a 1.902 personas en situación de pobreza o necesidad; y gestionó la inserción laboral de 962 personas a través de los talleres Mestral, gestionados por Caritas. Los centros de mejores y jóvenes se encargaron de la atención de 380 personas.
El obispo Francesc Conesa dirige una carta a los fieles de Menorca en la que manifiesta: «todos juntos formamos esta familia que es la Iglesia; me preocupa esta Iglesia y quiero que sea mejor, más fiel a su maestro. Amo esta Iglesia y soy consciente que debo contribuir a su financiación porque todos debemos ayudar para su mantenimiento económico».
Tras la declaración de la pandemia del coronavirus el obispo Conesa promovió la creación del fondo diocesano de solidaridad postcovid-19, con una aportación inicial de 100.000 euros. Con este fondo se están concediendo ayudas económicas específicas para cubrir los gastos de alquiler y suministros de electricidad y agua potable. Estas aportaciones van destinadas a personas y familias en riesgo de exclusión social que no disponen de recursos; y cuya precariedad se ha acentuado con la crisis sanitaria al carecer de ingresos por la falta de empleo y oportunidades laborales.
El obispo Conesa se dirige a los menorquines y los interpela al afirmar que «crecer en solidaridad nos hace más humanos».