El alcalde de Alaior, José Luis Benejam, insistió este sábado en la necesidad de que el Govern resuelva la obra inacabada de la red de pluviales del municipio. Lo hizo después de visitar los terrenos de una familia, donde hace quince años se llevó a cabo una excavación para la canalización de las tuberías de esta red. Afirman que se producen inundaciones cada vez que llueve de forma abundante. Según informa el Ayuntamiento, esta familia se queja de que la obra no se ha terminado, que se ha incumplido el compromiso de cubrir la zanja excavada y que encima el Govern da por rescindido el contrato de alquiler de los terrenos sin abonar las cuotas comprometidas.
Según el relato municipal de los hechos, hace quince años, después de una primera fase de la obra de canalización de pluviales, el Govern decidió comenzar a alquilar terrenos a diferentes propietarios de la zona mientras buscaba una solución definitiva al problema. Es el caso de la familia a la que el Consistorio ha decidido dar voz. En varias ocasiones desde el Ayuntamiento han tenido que intervenir para reclamar el pago de los alquileres estipulados, que llegaron a acumular un año de retraso. El año pasado el Ejecutivo autonómico decidió dar por rescindidos los acuerdos de alquiler, dejando de pagar las cuotas y sin cumplir con el compromiso de arreglar el gran agujero.
Es por ello que la familia propietaria de los terrenos entiende que al haber incumplido su compromiso no puede dar por rescindido el contrato y tienen derecho a seguir cobrando. La familia afectada reclama que el Govern le pague los casi dos años de alquiler que le debe y que, si realmente quiere rescindir el contrato, que arreglen los terrenos como se había acordado.
Escuela de adultos
Benejam, acompañado del concejal Cristóbal Marqués, visitó también este sábado la sede del CEPA Joan Mir i Mir, la escuela de adultos, para conocer de primera mano cómo ha sido el inicio de curso y cuál es la realidad del centro. Recibidos por el director del centro, Ramón Rosselló, conocieron las soluciones adoptadas para cumplir con los protocolos anticovid', que han obligado a utilizar dos aulas del IES Miquel Guàrdia para dar respuesta a las limitaciones de aforo. Actualmente la escuela de adultos cuenta con unos 150 alumnos y casi una veintena de profesores.