El problema es común a todos los ayuntamientos pero los pequeños se resienten más porque tienen las plantillas más cortas. Es el caso de Es Migjorn, donde de los cuatro policías locales en plantilla, uno ha pasado a segunda actividad. Esta puede solicitarse a partir de cierta edad e implica ejercer otras funciones.
Así la tarea de la Policía local se la reparten tres efectivos en horario diurno, entre las 7 de lamañana y las 21 horas. «Por la noche nos echa una mano la Guardia Civil, estoy agradecida, en julio y agosto ha venido cada día y ha controlado los problemas de botellón», declara la alcaldesa Antonia Camps.
Cuando se ha convocado una bolsa de trabajo y se incorpora algún agente por esta vía, no dura mucho. Señala Camps que la demanda es alta en todos los municipios y lo más probable, «como nos pasó a nosotros», es que se vayan a la plaza que convoca algún municipio de Mallorca.
El déficit en la isla vecina se ha caculado recientemente en 300 efectivos, por lo que se desvanece la esperanza de cubrir el déficit de las policías locales de Menorca. La alcaldesa de Es Migjorn propuso a los municipios vecinos de Ferreries y Es Mercadal mancomunar este servicio, pero la propuesta se quedó sobre la mesa. Es una idea que requiere la colaboración de otras administraciones, Consell y Govern, que granticen los cursos de formación y de reciclaje para disponer de profesionales.
Es a la administración autonómica a quien corresponde aportar soluciones y con esa finalidad negocia con la Felib para encontrar soluciones. La Federación de entidades locales de las Islas reivindicó este verano crear una bolsa de trabajo con un porcentaje mínimo de policías interinos para que los municipios puedan disponer de suficientes agentes en caso de que suba la demanda, debido a la crisis de la covid-19. Pero no solo no se han mejorado las dotaciones sino que el envejecimiento de plantillas reduce la cifra de agentes en la calle.