Vueling está trabajando con las autoridades menorquinas y baleares con el objetivo de «encontrar una solución» a la escasa programación de vuelos que está sufriendo la ruta entre Menorca y Barcelona, que en las últimas semanas tan solo cuenta con una frecuencia diaria y está provocando serios dolores de cabeza a pacientes, profesionales y estudiantes que deben desplazarse a la capital catalana a pesar de las restricciones a la movilidad.
Así lo afirmaron ayer a este diario fuentes de la compañía, que achaca el recorte en la programación de vuelos –inicialmente tenía previsto operar tres frecuencias diarias este invierno– a la realidad generada por las limitaciones de los desplazamientos derivados de la pandemia de coronavirus, aunque se escuda en que pertenece a IAG, una empresa que cotiza en bolsa, para no revelar los «sensibles» datos de la ocupación que está registrando la conexión con Barcelona.
Adaptar la programación
La compañía low cost –la única que en los últimos inviernos ha ofrecido vuelos entre Menorca y la capital catalana– asegura que «vamos a trabajar para que tan pronto como sea posible podamos ofrecer la mejor conectividad, para adecuar la programación a Menorca y al resto de Balears», aunque insiste en que «hay que tener en cuenta las limitaciones de movilidad existentes» y la complejidad de la situación generada por la crisis del coronavirus.
Vueling había trasladado a la Dirección General de Transporte Marítimo y Aéreo del Govern su intención de retomar la triple frecuencia diaria en la ruta con Barcelona a partir del 23 de noviembre. Sin embargo, según figura en su programación, esa decisión se retrasa al menos una semana más y no lo hará con tres frecuencias diarias, sino con dos frecuencias que se elevarán a tres en los días de mayor demanda, como los de operación salida y retorno del próximo puente.