Las asociaciones menorquinas de restauración han descartado una concentración motorizada de protesta por el cierre que sufre el sector como la que este viernes recorrerá Palma. Prefieren mantener abierta la vía del diálogo con la Administración sin bajar el tono de la reivindicación, «hay margen para llegar a acuerdos», declara José Bosch, presidente de la asociación de CAEB.
Con esta patronal se reunió el martes la presidenta del Consell. «No es momento de confrontación sino de colaboración» añade Bosch, quien reconoce la gravedad del momento.
En una encuesta entre sus asociados, la mayoría reconoce que solo podrá aguantar uno o dos meses. Sus reivindicaciones de exoneración de las cuotas de la Seguridad Social coinciden con las que sostiene PIME, cuya asociación tiene concertada cita esta misma mañana con Susana Mora. La patronal menorquina insiste «en la necesidad de complementar las ayudas directas con medidas reales de condonación o bonificaciones de impuestos mientras duren las medidas que restringen su actividad», señala.
Algunas medidas como «el posible aplazamiento de obligaciones tributarias para muchas pymes ya no resulta ninguna solución viable», remacha.
A la presidente del Consell pedirá hoy mayor celeridad en la tramitación y concesión de las ayudas prometidas. Fueron anunciadas la semana pasada pero se ignora cuándo será publicada la convocatoria públlica. En el anunció se indicó que la tramitación corresponderá a los consells y a los ayuntamientos.
Reitera asimismo que tras meses de restricciones la situación empieza a ser insostenible para muchas empresas. Algunas no ha tenido respuesta a la ayudas convocadas en julio por el Govern para reiniciar o continuar la labor de autónomos.