El proyecto de «adopción de playas» del GOB Menorca suma más de 1.600 personas que de manera voluntaria se ofrecen para preservar un tramo del litoral de la costa y llevar a cabo actuaciones de conservación medioambiental.
Según las estimaciones del departamento de Medio Marino de la entidad ecologista, que dirige Víctor Carretero, se han creado 98 grupos que actúan en 109 playas, calas, islotes o tramos del Camí de Cavalls, atendiendo una superficie de 48.855 metros.
«Tenemos todavía mucho litoral en Menorca, aunque es cierto que quedan por cubrir las playas o lugares de más difícil acceso. Seguimos sorprendidos por la acogida del proyecto, especialmente porque no encontraríamos un sitio que, con los habitantes que tiene la isla, reúna en una iniciativa de voluntariado al 2% de su población», ha destacado a Efe.
Carretero admite que se han visto desbordados porque, inicialmente, estimaban que se configurarían una decena de grupos y alrededor de cien personas. Además, el interés por el proyecto sigue interesando.
«No es como al principio, pero continúan entrando mails de solicitudes, incluso de personas de Mallorca y Cataluña que aprovechan unos días en la isla para comprometerse con la preservación del entorno», ha señalado.
Entre los curiosos hallazgos de los grupos que han realizado actuaciones de conservación destaca el de un fardo de hachís, un suceso que, según el técnico de Medio Marino del Gob, ha obligado a modificar los protocolos.
«Los equipos disponen de un protocolo para saber cómo actuar si se encuentran un mamífero o una tortuga en apuros, posidonia, pero hemos incluido unas indicaciones por si hallan restos humanos, un fardo de droga, así como un artefacto explosivo, lo que nos sucedió el verano pasado», ha recordado.
Desde el GOB celebran que algunos ayuntamientos de Menorca colaboren con esta iniciativa facilitando material para los grupos de actuación.