La reestructuración está cerrada, pero hasta el lunes no será dada a conocer. Son palabras de la presidenta Susana Mora, obligada a llevar a cabo cambios en el equipo de gobierno tras perder a su portavoz y persona de confianza, Miquel Company, quien además gestionaba dos de las materias con más peso político y trascendencia en la institución, Economía y Territorio.
La primera incógnita, quién sustituye al conseller que se va a Palma se resuelve en la lógica. Noemí Gomila es la siguiente en la lista y es quien se incorporará al equipo de gobierno. No depende de la presidenta elegir al nuevo conseller, sino que se trata de un derecho por orden de lista dado el carácter de corporación que tiene el Consell. A estos efectos es como un ayuntamiento.
Según las informaciones obtenidas ayer, no parece que Noemí Gomila, una mujer con trayectoria política y experiencia en el gobierno insular (fue consellera de gobierno entre 2008 y 2011, y después en la oposición) vaya a renunciar. Es más fácil que deje su puesto de concejala en el Ayuntamiento de Es Castell y la delegación del Ibavi.
La otra opción era la renuncia de Gomila y la incorporación de Joan Coll Pons, siguiente en la lista, exdelegado de la Conselleria de Educación en Menorca en el segundo gobierno Antich.
La segunda incógnita estriba en si la remodelación se limita a las cuatro consellerias socialistas o si afectará a las áreas que gestionan los tres consellers de Més per Menorca y Podemos. Susana Mora se ceñirá a las consellerias socialistas. Dado que la incidencia ha sido creada por el ‘ascenso' de un conseller de su grupo, la solución no traspasará esa frontera. De lo contrario, es probable que se hubiera encontrado con problemas después de la dura negociación mantenido entre el PSOE y Més tras las elecciones para el reparto de cargos y las competencias que gestionaría cada uno de los partidos.