Hay una demanda latente, una voluntad de elegir Menorca como destino vacacional durante la temporada estival en la Isla, una vez perdida la Semana Santa, que procede de los mercados europeos próximos, incluido el nacional,
Sin embargo esa voluntad soterrada en la que coinciden los responsables de los principales grupos hoteleros de la Isla choca con la incertidumbre sobre la vacunación. Tanto es así que a día de hoy las reservas son prácticamente inexistentes, están paralizadas o en algunos casos no alcanzan ni el 10 por ciento de las registradas hace dos años en estas fechas. Turquía y Grecia han tomado la delantera, opinan desde el mayorista Tui por su programación más diáfana y su idoneidad como destino familiar en sus islas.
Mientras el gobierno no publicite con claridad la estrategia de vacunación, ni los turoperadores ni las compañías aéreas definirán sus movimientos en relación a Balears, por más que la ministra Reyes Maroto haya indicado esta semana que el Archipiélago será el primer destino español con pasaporte sanitario turístico que debe facilitar la llegada de veraneantes.
En todo caso la temporada que se avecina debe mejorar los números de la anterior aún con la inmunidad del 70 por ciento de la población no prevista hasta el final del verano, lo que no favorece expectativas de ningún tipo. José Díaz Montañés, del grupo Artiem, aporta una visión optimista matizada por la inestabilidad de la pandemia. El empresario ve factible alcanzar el 70 por ciento de la facturación del 2019, y tiene previsto abrir sus establecimientos turísticos a finales de abril.
Ashome, a través de su gerente, Azucena Jiménez, clama al gobierno por un plan de rescate para el sector. «Estamos al lado de la Administración para lo que nos necesite, pero seguimos hablando con las instituciones para la bonificación extraordinaria de impuestos». Jiménez reitera que no puede haber previsiones «hasta que no adelante la vacunación» y anuncia una inminente reunión con compañías y turoperadores para avanzar pese a la incertidumbre.