La Comisión Balear de Medio Ambiente ha pisado el pedal de freno en la tramitación del proyecto para la construcción de una bodega en el agroturismo de Torralba (Ciutadella). Rechaza la pretensión de los promotores de recurrir el trámite ambiental simplificado y les obliga a pasar por el trámite ordinario de evaluación de impacto ambiental, reclamándoles más información sobre los efectos de la iniciativa sobre el entorno y obligándoles a reconducir el proyecto en muchos sentidos. El más llamativo, la reconsideración de la construcción de ocho nuevas edificaciones que sobre el papel suman un volumen de casi 10.000 metros cúbicos.
El órgano ambiental del Govern considera que vista la naturaleza del proyecto, con una ocupación de territorio de 3.660 metros cuadrados, ocho nuevos edificios y una depuradora en zonas de protección ambiental, tendrá «un alto efecto global sobre el medio ambiente». También ve «insuficientes» las medidas correctoras que los autores del proyecto proponen. Una de las cuestiones que Medio Ambiente reclama a los promotores es evaluar el «impacto sinérgico y acumulativo» del agroturismo, las edificaciones agrícolas, la depuradora y la bodega sobre el consumo de recursos naturales.
También advierte de que se tiene que replantear la ubicación de la bodega, encontrando una nueva localización dentro de la parcela que no comprometa la integridad de un bosque protegido de ullastres. Considera que debe analizarse si realmente son necesarias esas nuevas ocho edificaciones, así como incluir un plan de reposición de la situación alterada al finalizar la explotación y mejorar la integración paisajística de al menos la mitad de esas construcciones.