La doctora Nadiya Popel, suspendida de empleo por el IB-Salut tras opinar públicamente contra las vacunas para hacer frente a la covid-19, ha dirigido una extensa carta al Colegio de Médicos de Balears en la que apela a su responsabilidad para «revocar el ensayo clínico». De no tomar medidas al respecto, al considerar que este ensayo no cuenta con las condiciones para su desarrollo, advierte que se reserva el derecho a ejercer acciones judiciales «para exigir la responsabilidad penal y civil» derivada de las actuaciones descritas en la carta.
La doctora del servicio de Urgencias del Hospital Mateu Orfila reitera y documenta las declaraciones que hizo a este diario, que le costaron la suspensión de empleo y la apertura de un expediente disciplinario. Relata los pacientes sin patologías previas que acudieron a Urgencias tras recibir la vacuna AstraZeneca con diversos efectos. Popel reitera que el Código de Nuremberg indica que el consentimiento informado es imprescindible en la experimentación en los humanos. Se pregunta si hay indemnización por daños y perjuicios a las personas por las vacunas anticovid «dado que son experimentales y que no han recibido la información correcta».
Nadiya Popel pide al Colegio de Médicos que se pronuncie «como garante de la medicina de calidad y seguridad, y las normas deontológicas que han de ser la base de la actuación médica». Solicita un debate científico que analice los datos locales de los afectados y asegura que ya está en marcha una demanda ante el Estado y se prepara otra contra los colegios médicos de España.