El cribado masivo a los jóvenes de Ciutadella finalizó este viernes con un total de 626 personas que han pasado por el módulo de la UVAC de Ponent y 31 positivos detectados. El estudio, inicialmente pensado para abarcar una población de unas 3.500 personas, no ha llegado ni al 18 por ciento de esa cifra inicial. En paralelo y a partir del miércoles se realizaron tests de antígenos a contactos estrechos, y por esta línea han pasado un total de 373 personas, con la detección de otros 38 positivos.
En total son 69 personas que han dado positivo y con cuyo diagnóstico se han cortado cadenas de transmisión, pero la sensación es que poca gente acude a estas llamadas. El jefe de las UVAC, el doctor José Antonio Vidal, se refirió a la participación durante su comparecencia en el hospital, y consideró que «lo que está ocurriendo es que va dirigido a una franja de población en la que tenemos ya muchos positivos diagnosticados, tenemos a sus contactos, y cuando hemos hecho esa línea de pruebas a contactos estrechos nos llega más gente, se están desplazando esas personas a las que necesitamos hacer el diagnóstico». De este modo, no acude tanta gente asintomática a realizarse el cribado como personas que consideran que han tenido un contacto estrecho con alguien positivo.
El cribado se dividió por franjas de años de nacimiento, y este viernes, última jornada, se abrió a todas las edades, nacidos desde 1994 a 2005.
El lunes pasaron 232 personas y se notificaron 10 positivos, una tasa del 4,3 por ciento; el martes acudieron 167 jóvenes y hubo 13 positivos (7,7 %); el miércoles fueron 92 personas y dos positivos (2,10 %) y el jueves 63 personas y cuatro positivos (6,3 %). Este viernes se esperaba mayor afluencia pero no fue así, acudieron 72 personas a hacerse los tests y se detectaron dos positivos (2,7 %).
En el circuito para contactos estrechos, este viernes se hicieron pruebas a 153 personas, 12 de ellas positivas (7,8 %).