Solo el «Menorca Smart Green Island», que promueven Seat Mó y Endesa, supondría una inversión pública y privada de dos mil millones de euros en seis años, que es el plazo de vigencia del Plan Next Generation UE. Este es uno de los cuatro grandes proyectos que concurrirán desde Menorca a la captación de fondos que la Unión Europea distribuirá para revertir los daños causados por la pandemia a través de la reactivación económica. 150.000 de los 750.000 millones de euros de la provisión total son los adjudicados a España.
Se ignora el dinero que va a llegar a Menorca porque la distribución no se realizará por criterios territoriales sino por proyectos vinculados a las políticas públicas de alguno de los cuatro ejes prioritarios impulsados por la Unión Europea. Estos se refieren a la transformación digital, la transición ecológica, la cohesión social y territorial y la igualdad.
La primera tarea para concurrir con garantías al reparto es preparar proyectos adaptados a los objetivos señalados por la Unión Europea. Las semanas de inactividad ofrecieron la primera ocasión para aprovechar la oportunidad y los promotores menorquines han respondido.
El proyecto promovido por Seat Mó y Endesa es el más ambicioso. Requiere el compromiso de la población menorquina para adherirse a una iniciativa que pretende cambiar de arriba a abajo el concepto de movilidad y la producción energética.
Y la voluntad tanto del Gobierno de España como de la UE para valorar una idea que, de cristalizar como se espera, sea exportable a otros territorios de la Unión Europea.
No tan ambicioso, pero decisivo para la viabilidad del sector primario de la Isla, es el proyecto Menorlac. Cuenta con la experiencia desarrollada ya en Galicia y la adhesión de la industria agroalimentaria menorquina, necesitada de nuevos ingresos. Como apunta Joan Armengol, promotor del proyecto, dotar de rentabilidad al campo resulta imprescindible para el sector en sí y, sobre todo, para el equilibrio de la Isla. Si el sector primario colapsa, también colapsa la oferta turística diferenciada de Menorca, la repercusión es general.
El desarrollo del proyecto implica 23 millones de inversión.
Más modestas, pero también millonarias, son las variadas propuestas de las pequeñas empresas menorquinas, y la que presentará Menorca Start-up, presupuestada en 15 millones.
A estas iniciativas se unen otras de instituciones públicas con el fin de aprovechar la oportunidad de inversión millonaria que ofrece la Unión Europea.
Menorca Smart Green Island
PROMOTORES: Seat Mó y Endesa
DESCRIPCIÓN: Electrificación del parque móvil en Menorca, un nuevo modelo de movilidad, prueba piloto exportable a otros territorios de la Unión Europea.
PRESUPUESTO: 2.000 millones
Seat Mó, nombre de la división de movilidad urbana de la marca automovilística que en Menorca suena tan familiar, se ha unido con Endesa para presentar un proyecto que pretende convertir Menorca en la isla más sostenible del Mediterráneo y territorio cero emisiones. El objetivo es alcanzar la descabornización en un plazo de seis años a través de la transformación completa hacia un modelo de movilidad eléctrica integral y el uso exclusivo de energías renovables.
La idea, que es pionera en el marco de la Unión Europea, tiene una dimensión de laboratorio con el fin de que la experiencia pueda ser exportable. Hay un precedente en una pequeña isla griega, Astypalea, que carece de ese carácter por su reducida población, 1.500 habitantes. El caso de Menorca es diferente, tiene un tamaño de escala similar al de 33 capitales españolas a las que podría aplicarse después. Las caraterísticas de territorio y población la hacen idónea para la prueba.
Se trata de aplicar en Menorca la política que Bruselas quiere para toda la Unión en un horizonte de 20 o 30 años, acelerar la electrificación y la implantación de fuentes de energía renovable.
Si se lleva a cabo en toda su extensión, la inversión entre pública y privada alcanzaría los dos mil millones de euros, según explica Lucas Casasnovas, director general de Seat Mó, aunque «han de ser los menorquines los que digan queremos hacerlo», declara.
La petición de ayuda a los fondos europeos incluye la financiación tanto de vehículos eléctricos como los sistemas de generación de energía renovable. De la mayor o menor participación depende también el éxito de la experiencia.
Además de un parque móvil eléctrico en su totalidad, se incluye la movilidad compartida, con el fin de no necesitar siempre el coche propio, y una infraestructura de generación y de recarga suficiente para alimentar el sistema.
Pequeña empresa de Reserva de Biosfera
PROMOTOR: Asociación de Interés Económico
DESCRIPCIÓN. Microproyectos de una decena de empresas para la transformación digital y políticas de sostenibilidad
PRESUPUESTO. 9 millones
De momento son diez microproyectos de pequeñas empresas menorquinas, tan variados como la naturaleza de cada una de ellas. Tienen como nexo común que todas ellas abordan algún elemento distintivo de la reserva de biosfera y todos plantean la digitalización del negocio y la creación de sinergias. Además, se han autoexigido que los proyectos sean demostrativos, es decir, que sirvan para que los demás aprendan o se inspiren en ellos para hacer mejor la cosas.
Son en todos los casos empresas de tamaño reducido que se han unido como Asociación de Interés Económico (AIE), una figura contemplada en el Derecho Mercantil apropiada para la agrupación de pequeños proyectos relacionados en sus fines u objetivos. Rafael Suñol, quien junto con el economista Joan Sánchez, está guiando el proyecto, señala que de momento son diez los empresarios que se han interesado y cada uno de los cuales ha aportado su propuesta, pero no descarta que sean más o que alguno no llegue hasta el final.
Además de la digitalización, otro nexo común en todos ellos es huella de carbono cero como corresponde a la filosofía de empresas de reserva de biosfera. Les da unidad además la presentación de cada uno de los proyectos a través de un modelo único y manejable para todos.
Entre las iniciativas contempladas en la decena de propuestas se incluyen proyectos de custodia agraria, agroturismo inclusivo, agricultura y energía solar, trampas biodegradables para el control de plagas, residuos alimentarios para la climatización, tecnología para el control de cultivos con drones y, entre otros, movilidad eléctrica para embarcaciones tradicionales.
La petición de fondos suma en conjunto nueve millones, el 50 por ciento de la inversión total. No se ha presentado ninguno aún a la espera de que se abra la ventanilla, la convocatoria concreta.
Ecosistema de emprendedores tecnológicos
PROMOTOR. Menorca Start-up
DESCRIPCIÓN. Atracción de talento tecnológico, crear infraestrutura para retenerlo y facilitar el teletrabajo y la interacción local
PRESUPUESTO. 15 millones
La atracción de talento está en marcha, lo siguiente es retenerlo y facilitar espacio de trabajo y la interacción local. De ese modo resume Marcos Martín el proyecto que finalmente ha denominado «Creación de un ecosistema de emprendedores tecnológicos de impacto» y que presenta Menorca Start-up, que de momento es una marca y ha de constituirse en asociación.
Suele hablarse de jóvenes emprendedores, pero la realidad muestra que la media de edad de un emprendedor de éxito en Europa son 42 años. El talento no tiene una edad determinada y los promotores de este proyecto abren el abanico al talento en general para convertir Menorca en referente tecnológico.
En definitiva, se trata de poner en marcha la vieja idea de aprovechar las excelentes condiciones de clima y de calidad de vida que ofrece la Isla para hacerla atractiva para el teletrabajo, que ha recuperado impulso durante el confinamiento y las restricciones de la pandemia. «Crear un ecosistema», como lo define su principal impulsor de emprendedores tecnológicos de impacto, concepto que se utiliza en ese ámbito como impacto positivo y sinónimo de sostenibilidad.
El espíritu que nació con la Menorca Millennials, que durante dos semanas ha reunido en Menorca emprendedores de todo el mundo, ha de extenderse a través de este proyecto y convertir Menorca en referente internacional en innovación tecnológica enfocada a la sostenibilidad y generar un nuevo motor productivo basado en la economía digital. Buenas telecomunicaciones son imprescindibles, pero se requieren otros elementos, entre los que se apunta una red insular de espacios colaborativos, el llamado co-working, espacios de co-living, una especie de residencia para instalarse los recién llegados de forma provisional y, con vistas a su radicación en la isla, un colegio internacional.
El proyecto, aún en elaboración, está presupuestado en 15 millones.
Menorlac
PROMOTOR. Cathedral Capital
DESCRIPCIÓN. Transformación del suero de la leche (serigot) en alimento infantil para su exportación.
PRESUPUESTO. 23 millones
Menorlac es un proyecto de economía digital y circular, que puede ser clave no solo para la viabilidad del campo sino de la economía menorquina que, sin el sector primario, perdería buena parte de su esencia turística, que es ahora clave.
La propuesta nace de Cathedral Capital y se resume en la construcción de una planta para la transformación del suero de la leche, conocido como serigot, un residuo de la producción quesera, en alimento infantil para su exportación. La planta será alimentada con biogás a partir de purines y excrementos del ganado.
«Hay una oportunidad para afrontar la viabilidad económica del campo, que ahora es un problema, hay que ser imaginativos y encontrar soluciones, que además son transversales», explica Joan Armengol, socio de la empresa promotora.
Es una experiencia con un antecedente próximo de la misma empresa en Galicia, donde se produce el 50 por ciento de la leche de España, pero no generaba valor añadido. Se propuso hacer queso para aprovechar el suero y ahora «es un proyecto de éxito, la fábrica está funcionando al 90 por ciento de su capacidad y exporta más del 70 por ciento de lo que produce», declara Armengol, «no es un experimento, es una realidad».
Hay un importante nicho de mercado, sobre todo en Asia y en China en particular, donde la demanda será creciente al menos en los próximos diez años. Las grandes compañías lácteas europeas ganan dinero con el suero, no con el queso, «hoy hay más conocimiento y sabemos que las proteínas séricas tienen más valor nutricional», añade.
Se trata de un proyecto de envergadura, de entre 22 y 23 millones, que aspira a ser financiado en el 50 por ciento por los fondos europeos. Ya lo ha presentado a tres ministerios porque afecta a agricultura, a transición ecológica y a industria. Y si estos fondos son insuficientes, podrá recurrir a los fondos Feder.