Google Maps, el servidor de mapas del buscador por excelencia ha creado el caos este año en el acceso a Llucmaçanes por el Camí de na Ferranda, principalmente.
Aquellos turistas que circulan desde el Aeropuerto, proceden de Cala en Porter o que vienen por la carretera del desvío a la primera instalación de la Isla y quieren ir a las playas de Sant Lluís, reciben en las pantallas de sus dispositivos digitales el itinerario que les lleva a Llucmaçanes por el camino vecinal en lugar de seguir hasta Maó para tomar la carretera Me-8 a Sant Lluís.
Google Maps les envía por Llucmaçanes para que tras atravesar la pedanía tomen el Camí de Biniparrell que ya conecta con el que va a Binibèquer y resto de playas de la costa sur de Sant Lluís. En ambos caminos las dimensiones de la calzada son reducidas y a duras penas pasan dos coches al mismo tiempo en algunos de sus tramos.
«Este año ha sido un caos y un peligro porque ha venido más gente, aunque ya sufríamos el problema en los anteriores», explica Joan Venegas, presidente de la Asociación de Vecinos. «Algún día ocurrirá una desgracia y entonces sí tomarán medidas», opina otra vecina.
Los turistas desconocen el Camí de na Ferranda, «los de aquí sabemos donde están los lugares donde la calzada se amplía para que puedan pasar dos coches a la vez, pero los visitantes no, y además no quieren acercarse a la paret seca para no rayar los coches que han alquilado», señala Venegas. Aún y así se han producido derribos de algunos tramos de muro por esta peligrosa circulación.
La Asociación de Vecinos ha trasladado su queja al Ayuntamiento y al Consell en varias ocasiones «pero la respuesta es que no pueden limitar el paso ni poner cartelería porque no es una carretera final, y no nos dan una alternativa, están con las manos atadas, nos dicen». Convertir Na Ferranda en unidireccional «tampoco es una solución porque sería una faena para los que viven al otro lado de la pedanía, y además crearía saturación en el Camí de Baix, junto al colegio La Salle».
La única salida que podría abordarse sería lograr que Google Maps eliminara esta ruta alternativa para ir a las playas de la costa sur, y que marcara solo la que transcurre hacia Sant Lluís desde Maó, «pero al parecer es casi imposible contactar con los responsables». En este caso «la tecnología nos ha perjudicado mucho porque es muy inseguro y muy incómodo circular por nuestro entorno con este colapso de vehículos».