El autoconsumo energético vive su época de oro. El incremento de la conciencia climática, la reducción de los períodos de amortización de la inversión, las ayudas públicas y la bonificación de impuestos, el abaratamiento de la tecnología y, ahora, el tarifazo eléctrico han conseguido el cóctel perfecto para que el número de instalaciones fotovoltaicas haya aumentado un 46,7 por ciento en lo que llevamos de año.
Según las cifras facilitadas por la Dirección General de Energía y Cambio Climático, a 31 de diciembre del año pasado había 324 instalaciones inscritas en el registro oficial del Govern y una potencia instalada de 3.587 kilovatios. En agosto de este año la cifra se había disparado hasta las 475 instalaciones y la potencia ya se situaba en los 5.448 kilovatios. Se trata de 151 instalaciones más en este período de ocho meses. Pero el interés por el autoconsumo se ha visto acrecentado de forma especial en los últimos tres meses. Y es que solo de mayo a agosto han sido un centenar las instalaciones de autoconsumo que han empezado a generar energía en Menorca.
No hay duda de que el incremento del precio de la electricidad con récords batidos estas últimas semanas ha sido y seguirá siendo pólvora para que haya un ‘boom' de este tipo de instalaciones. Es más, el director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, cree que el lunes, cuando se abre una nueva convocatoria de ayudas, va a haber «una avalancha» de solicitudes. Se trata de una línea destinada a empresas, particulares y administraciones públicas que impulsen instalaciones de autoconsumo con fuentes de energía renovable y almacenamiento, así como para promover la implantación de sistemas térmicos renovables. «La volatilidad hace que se apueste por estos modelos, no tiene ningún sentido esperar», expresa Malagrava. Cada vez que se publica una convocatoria se produce un efecto llamada pero en esta ocasión, el escenario eléctrico es aún más incierto e inestable, lo que redundará en un mayor interés por implantar placas en el tejado de casa y abaratar la factura.
Estas 475 instalaciones que están ya en marcha en la Isla incluyen tanto las ubicadas en viviendas de particulares, empresas y administraciones públicas. El 77 por ciento (366 instalaciones) se hallan en viviendas particulares. A pesar de haber mayor número de ‘huertos' fotovoltaicos urbanos en viviendas, la potencia es sustancialmente inferior a la de las empresas. Si la potencia de las instaladas en los tejados de las casas es de 1.308 kilovatios, en los centros de trabajo se sitúa en los 2.554 kilovatios, el doble.
Resultan destacables las diferencias que se observan entre municipios. Y mientras que en Maó, con mayor número de bloques de pisos, puede resultar más complicado avanzar hacia el autoconsumo entre particulares, sí lidera la potencia contratada gracias a la administración y las empresas, con 2.350 kilovatios. Cuenta, por ejemplo, con instalaciones en infraestructuras públicas tales como la ubicada en el tejado del hospital Mateu Orfila o la del edificio del Consell. En cambio Ciutadella es el municipio que concentra mayor número de instalaciones, con 181, de las que el 77 por ciento se hallan ubicadas en viviendas particulares. Posiblemente porque en Ponent hay más presencia de chalés. La potencia total es menor, de 1.446 kilovatios.
El director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, indica que «porcentualmente Menorca es la isla que mejor lo está haciendo, seguramente por la hoja de ruta 2030 y la Oficina de la Energía que da un impulso a este tipo de instalaciones». Agrega a ello, «una apuesta interesante» por parte de la administración.
Para Malagrava el autoconsumo tiene dos ventajas destacables. Por un lado, «es la barrera que permite abaratar la factura de la luz» y, por otro, permite reducir la demanda energética. «Dejas de consumir porque la generas tú y, además, si no consumes todo lo que generas, lo viertes a la red, lo que es un paso en cuanto a reducción de emisiones. «El objetivo que se fija la Ley de Cambio Climático es el ahorro energético, reducir la demanda, y el autoconsumo ayuda». De ahí que señale que lo que se precisa es un combo: por un lado incrementar la generación de energía renovable y, por otro, reducir la demanda. Lo primero se conseguirá con la implantación de parques solares, el segundo, con el autoconsumo.