En los meses más duros de la pandemia, en mayo de 2020, los restauradores solicitaron que se pudiera utilizar la zona de dalt es passeig, en el Born de Ciutadella, para colocar terrazas. La necesaria modificación de la ordenanza municipal llegó un año después y se aprobó el pasado junio, «costó lo suyo, no ha sido fácil», admite la concejala de Medio Ambiente y Disciplina Gobernativa, Maria Jesús Bagur, pero lo cierto es que, ahora que es posible, no ha habido solicitudes para instalar terrazas en la zona del obelisco de Es Born, tal y como señala la edil. En esta emblemática plaza de Ciutadella, a diferencia de otras de la ciudad, estaba restringido el uso del espacio central, hasta que se modificó la ordenanza.
La posibilidad de instalar terrazas en este punto está vinculada, por la normativa municipal, a las restricciones en los interiores de los bares y restaurantes. Se podrá solicitar la autorización siempre y cuando el aforo siga por debajo del 75 por ciento dentro de los locales, situación que se da actualmente. De momento el Ayuntamiento mantiene esta opción, «mientras haya restricciones en interiores dalt es Born se podrá usar», afirma Bagur.
El hecho de que no se hayan presentado solicitudes se explica, según los negocios que más reclamaron esta medida, en que «era inviable, solo había trabas, todos los que estábamos interesados nos sentimos engañados», declara uno de los restauradores de la zona. Entre las dificultades que menciona está el hecho de que el Ayuntamiento no les permitía conectarse al alumbrado y debían ser ellos mismos quienes se autogeneraran la energía para alumbrar las terrazas, «cuando al mercadillo artesanal nocturno sí se les permite enchufarse a las farolas y además les ponen las mesas», señala este empresario.
A los bares que promovieron el uso de esta zona del Born no les salieron los números; la inversión superaba los 3.500 euros y su retorno era incierto, ya que no saben hasta cuando durará la restricción de aforo en los interiores.