La progresiva recuperación del tráfico de cruceros tras la pandemia ha permitido al puerto de Maó recibir de nuevo la visita de uno de los buques más emblemáticos que surcan el Mediterráneo.
Se trata del «Royal Clipper», procedente del puerto de Portoterraio, y que con 134 metros de eslora es el velero más grande del mundo. Ha amarrado este lunes al mediodía, y ha vuelto a zarpar horas después con destino Eivissa.