La doctora Nadiya Popel, médico del servicio de Urgencias del Hospital Mateu Orfila, ha quedado suspendida en sus funciones por espacio de cuatro años. Así lo determina la propuesta de resolución del expediente disciplinario que le fue incoado por la Conselleria de Salud del Govern el pasado mes de mayo por posicionarse en contra de la vacunación de la covid-19, entre otras intervenciones. La instructora concluye que Popel cometió dos faltas muy graves y propone dos años de sanción por cada una de ellas.
La resolución supone que la profesional médica, apartada de su trabajo cautelarmente tras la apertura del expediente hace cinco meses, queda sin empleo y sueldo, y no podrá ejercer su profesión en ningún centro público de Balears en este tiempo, aunque no le impide hacerlo en otra comunidad o en la medicina privada. De hecho, aunque el enunciado de la resolución se refiere a la «propuesta de sanción», la doctora Popel ya ha sido requerida para que devuelva su sello médico al Hospital, lo que cumplió el pasado lunes, por lo que la sanción está en vigor desde finales de septiembre.
De acuerdo con su abogado,la doctora presentó en el plazo establecido, el día 5 de este mes, el recurso de reposición dirigido a la Conselleria de Salud, en el que además de solicitar la nulidad de la sanción por vulneración de derechos fundamentales, informa que se tenga por manifestada una denuncia por acoso laboral, debido a esta misma vulneración, al director general de Salud de Balears, Juli Fuster, a la consellera de Sanidad, Patricia Gómez, y al que fuera gerente del Hospital Mateu Orfila, Romà Julià Fue este quien solicitó la apertura del expediente. Si el recurso no prospera, la doctora acudirá a la justicia ordinaria como indica el recurso.
Una de las dos causas muy graves que a juicio de la instructora justifican la sanción fue la entrevista publicada por este diario el 8 de abril en la que la doctora opinaba sobre su experiencia en Urgencias. Considera que sus advertencias de los posibles efectos secundarios de las vacunas, que veía en algunos de sus pacientes y que ya había comunicado a sus superiores, redundaron negativamente en la labor del servicio de Salud en su lucha para frenar la pandemia.
Popel manifestó que 19 personas habían acudido al Hospital en los últimos días con efectos secundarios derivados de la administración de la vacuna AstraZeneca, y pedía que se detuviera la vacunación.
Otras conductas que han conducido a su sanción fueron que colgara carteles en el Hospital el día 25 de marzo, contrarios a la vacunación, que hiciera declaraciones en el mismo sentido en otra entrevista difundida en vídeo, y que el 20 de abril «regañó» a una paciente por haberse vacunado contra la covid, cuando esta acudió a Urgencias por mareos.
En el recurso la doctora niega todos los cargos que se le imputan, dice que nunca ha faltado a su deber de lealtad puesto que había informado antes a sus superiores y atendido a sus pacientes con corrección. «Di datos generales y mi opinión personal; si la AstraZeneca provoca efectos secundarios, quizás mejor buscar otros remedios para la covid que no sean dañinos para las personas».
Considera «un insulto intolerable» que se la haya calificado como negacionista, y que se le cuestione haberse fotografiado frente al Hospital para la entrevista de este diario con su uniforme, cuando lo hacen muchos profesionales, indica.