La pandemia ha trastocado la realidad turística de los dos últimos años y la plena recuperación no llegará como mínimo hasta 2022, si se mantiene el control sanitario. Sin embargo, la pérdida de interés turístico de septiembre viene de mucho más atrás.
La llegada de pasajeros internacionales a Menorca se ha reducido un 62 por ciento en las dos últimas décadas. Visto en perspectiva histórica han dejado de venir cien mil personas de los tradicionales mercados emisores, principalmente del Reino Unido, que en 2001 acaparaba casi el 70 por ciento del turismo internacional que llegaba a Menorca.
El dato de septiembre de 2001 no ha vuelto a alcanzarse desde entonces, ni siquiera en 2017, único en el que volvió a pasar la barrera de los 100.000. En los años siguientes, excluidos los dos últimos vividos en el contexto de la pandemia, marca tendencia a la baja.
Por su importancia en el balance total, el turismo procedente del Reino Unido determina el cambio de paradigma que se está registrando en el mundo turístico menorquín a lo largo de las últimas dos décadas.
Otros mercados como el alemán registran una mayor caída, la llegada de turistas germanos se ha reducido a la mitad en veinte años. También 2001 marca el techo, todo el trabajo promocional realizado desde entonces en el que era el segundo mercado internacional más importante, no ha logrado remontar las cifras.
El mercado que ha mostrado mejor comportamiento en este periodo ha sido el italiano, que aun con cifras modestas ha duplicado la emisión de turistas de Menorca en este periodo. Es también el que más estabilidad muestra en la estadística, que cayó como en todos los países durante los años duros de la crisis, entre 2008 y 2014.
El mercado francés, pujante como ningún otro en el último lustro es, desde la perspectiva de dos décadas, la gran decepción. Hasta 2014 no despega con cifras superiores al millar de turistas. Toda la promoción realizada en lo que va de siglo no logró captar la atención de los vecinos.
El cambio de paradigma lo genera realmente el turista nacional, que ha aumentado en septiembre un 175 por ciento en los últimos 20 años. No logra compensar la pérdida de pasajeros internacionales pero amortigua la caída de cien mil extranjeros al haber aumentado en 76.115 los pasajeros llegados en vuelos domésticos, según se aprecia en la estadística de PIME Menorca, elaborada solo con los datos de las llegadas.
Del resto de mercados, los países nórdicos y el Benelux, importantes alternativas para la diversificación y la desestacionalización, no muestran signos claros de crecimiento.