L16. Así se denominará la nueva línea de transporte público terrestre entre Ciutadella y el Aeropuerto de Menorca, que nacerá en el momento en que entre en vigor la nueva concesión en la que se trabaja desde hace ya varios años. De este modo lo contempla el anteproyecto elaborado por el Servicio de Transportes del Consell y que sirve de base para la licitación de la prestación de esta actividad, que se pretende iniciar en los próximos meses. Este documento, dividido en tres bloques, se ha aproibado este lunes en la sesión plenaria mensual de la institución insular.
La conexión desde Ciutadella con el aeródromo insular, sin tener que pasar por la estación de Maó ni bajarse del vehículo, es una reivindicación que lleva tiempo sobre la mesa, sobre todo desde el Consistorio de esta ciudad. El anteproyecto del servicio de transporte público, que sustituye el aprobado en junio de 2018 por haber quedado algo desfasado, añade esta línea a las ahora existentes. No hay más rutas nuevas.
El director insular de Transportes, Damià Moll, comenta que la L16 partirá de Ciutadella parándose en los municipios de Ferreries, Es Mercadal y Alaior. En un principio, se prevé una única frecuencia diaria, con una salida a primera hora de la mañana (entre las cinco y las seis) para que los usuarios puedan coger el primer vuelo del día y un regreso a última hora de la tarde, sobre las nueve, coincidiendo con el vuelo más tardío de la jornada.«Con el paso de los años está previsto que se vayan incrementando las frecuencias durante la mañana y la tarde», explica Moll.
Por otro lado, el anteproyecto del servicio de transporte público establece que en el pliego de condiciones de la licitación se planteará un contrato administrativo de concesión por un periodo de diez años.Este documento tiene todavía que pasar por algunos trámites, como la exposición pública y someterse a las consideraciones de los propios ayuntamientos de la Isla.
De cara a este nuevo contrato, el Consell prevé además, explica Moll, un incremento de las frecuencias en diferentes líneas.El director insular destaca también la aplicación del sistema tarifario integrado balear, con el uso de una tarjeta en la que se carga una cantidad de dinero y se va descontando a medida que el usuario hace uso del servicio. Moll comenta que con este sistema se unifican las tarifas y el dispositivo con el resto de islas, y los pasajeros tienen descuento por un mayor uso del transporte público.
La actual concesión del servicio de transporte público por carretera en la Isla se remonta a 1997. Caducó en 2018, pero desde entonces se ha ido prorrogando ante las dificultades a la hora de tramitar el nuevo concurso. El último escollo ha sido la pandemia, que complicó la tarea de llevar a cabo un análisis realista de las rutas, los usuarios y las frecuencias.
De hecho, el transporte público terrestre ha sido una de las actividades que más ha acusado el efecto del virus. Damià Moll comenta que , por ejemplo, en las líneas que unen los municipios (Ciutadella-Maó y viceversa) este año se ha experimentado un descenso respecto a 2019 del 53 por ciento. Hay reticencias entre los usuarios a lo colectivo por el temor a un contagio, a pesar, recuerda Moll, de que el uso de la mascarilla es obligado y cada día se desinfectan los vehículos.