El Consell dispone de la identificación de 122 de las 247 víctimas menorquinas documentadas que cayeron durante la Guerra Civil como consecuencia de actos perpetrados por personas del Frente Popular republicano.
La institución insular encargó al historiador Marc Pallicer el pasado año la elaboración del censo de caídos entre los teóricamente afines al alzamiento, acompañado por la biografía de cada uno de ellos. El encargo, en una primera fase, ordenado por el equipo de gobierno que preside Susana Mora, consistió en la elaboración de la lista biográfica de la mitad aproximada del número total de víctimas.
Pallicer, archivero de la Diócesis, realizó el trabajo encomendado que entregó al Consell hace un año, el 23 de octubre. El historiador dispone de la relación de los 247 personas, entre militares, civiles y eclesiásticos, que murieron a manos del otro bando una vez iniciada la guerra. Ha podido incorporar más recientemente a esta lista a Bartomeu y Sebastià Carretero Gornés, y Josep Pons Sintas, hallados en un fosa de Bunyola, ha explicado.
Entre los 122 ya entregados la relación integra a 38 civiles, 42 militares y 42 clérigos, uno de ellos el joven sacerdote de Ferreries, Joan Huguet.
El trabajo viene a completar la demanda que había encabezado el Partido Popular para que en cualquier relación de las víctimas de la Guerra Civil y de represaliados de la dictadura franquista se incluyeran a las de las dos facciones de la contienda. Fue así después del encargo que también había realizado el Consell al historiador Josep Portella en relación al cumplimiento de la ley de Fosas y de las leyes de Memoria Histórica de ámbito nacional. El objetivo era la identificación de los republicanos fallecidos durante el franquismo y detallar dónde descansan sus restos.
La primera parte consistió en la identificación de 150 víctimas, y dado el arduo trabajo que suponía se decidió que el primer año se acotase a unas 40 biografías. Desde entonces Portella, al igual que Marc Pallicer, sigue avanzando en la recopilación de datos para completar los perfiles biográficos de las 485 víctimas de las que se tiene conocimiento, a manos de los nacionales. Entre ellas figurará el brigada Pedro Marqués, asesino del sacerdote, Joan Huguet, al haber sido ejecutado por un tribunal franquista al término de la guerra.
En ambos casos el Consell deberá realizar una nueva convocatoria para que estos u otros historiadores continúen adelante con el censo global de fallecidos.
El PP pide al Consell que remita los datos al Govern
El conseller del PP, Carlos Salgado, registró este martes una propuesta dirigida a la presidenta Susana Mora, para que remita el listado de todas las víctimas mortales de la Guerra Civil y la dictadura a la Dirección de Memoria Histórica del Govern con el fin de que se registren y consten en el censo que elabora el Govern. Salgado indica que esta Dirección olvida parte de la historia y hace dejadez de la responsabilidad adquirida.
En la zona del frente popular se perpetró el genocidio más grande de la guerra en Paracuellos del Jarama arrojando a miles de personas asesinadas en enormes fosas, se institucionalizó la tortura en las checas de inspiración soviética y el terror de los innumerables “paseos” en que se asesinaba a la víctima arrojando después su cadáver en cualquier cuneta. Stalin mandaba tanto en España que se permitía secuestrar, torturar y asesinar incluso a radicales de izquierdas como Andreu Nin que no le obedecían ciegamente. Los socialistas españoles –excepto Julián Besteiro- estaban a los pies de Stalin, incluso el saqueador Prieto. En Mayo de 1937 quedó meridianamente claro quien mandaba en la España sovietizada del frente popular cuando durante unos días de enfrentamiento y posterior represión mataron o fueron asesinados en Barcelona cientos de anarquistas de la CNT-FAI y “trotskistas” del POUM.