Inside Airbnb, la herramienta que rastrea los anuncios del gigante de los alquileres vacacionales en internet, cifra en 1.498 los menorquines que figuraban como anfitriones de la plataforma el pasado agosto y arrendaban a turistas. De acuerdo con los datos de esta web de investigación de los alquileres de Airbnb y su influencia en el mercado, en el mes punta del verano se geolocalizaron 3.241 anuncios de anfitriones menorquines en la plataforma. Cabe recordar que un mismo propietario puede publicar más de un anuncio y que cada anuncio puede tener una disponibilidad de 365 días al año.
Los datos están recogidos en la Memoria 2020 del Consell Econòmic i Social de les Illes Balears que, de acuerdo con la distribución de los anuncios, elabora un mapa con las zonas de mayor concentración de casas disponibles en agosto y que son Ciutadella y sus urbanizaciones, la bahía de Fornells y la costa de los municipios de Llevant, Maó, Es Castell y Sant Lluís.
En cuanto al precio de los anuncios publicados, este se sitúa ligeramente por debajo que el de los alquileres de Airbnb en Mallorca; en la isla vecina el precio medio más alto se da en un alquiler de propiedad completa y llega a los 284 euros por noche, mientras que en Menorca los anuncios que ofrecen una propiedad completa representan el 91,2 por ciento del total y el precio medio es de 234,23 euros.
El hecho de que casi 1.500 anfitriones alquilen en Menorca implica un mayor reparto de los ingresos por turismo, en muchas ocasiones son propietarios locales que mejoran así su renta, pero el negocio del alquiler en Airbnb no siempre queda en manos de particulares. Antes de la pandemia, en 2019, ya se detectó la irrupción en el mercado de grandes operadores que copaban muchos de los anuncios de la plataforma. En un ranking de grandes anunciantes un solo operador se alzó con la primera posición ya que tenía registrados un total de 62 anuncios en la Isla.
Legalmente y según el último censo del Consell, en Menorca hay 27.931 plazas de alojamiento turístico en casas, representan alrededor del 34,5 por ciento del total de plazas turísticas, que suman 81.045, cuando hace siete años suponían el 26 por ciento. El alquiler turístico ha sobrevivido y mejorado incluso su capacidad pese a la crisis generada por la pandemia, la tendencia al alza ha continuado. Según el registro oficial de Ordenación Turística, en 2020 otros 435 propietarios de viviendas se dedicaron al negocio de alquilar a turistas, lo que supuso un incremento de 1.995 plazas de alojamiento en casas. Airbnb concentra buena parte de esa oferta pero el pastel se reparte también entre otras plataformas como Booking, Expedia, Wimdu o Tripadvisor.