La reanudación de las obras en la carretera general está pendiente solo de que la Comissió de Govern del Consell apruebe en unos días el proyecto para los 2,5 kilómetros que separan la rotonda de entrada a Alaior y el núcleo de L'Argentina, puente incluido. Luego habrá que licitar los trabajos y poner la maquinaria en marcha.
El ingeniero Rodrigo del Pozo ha adaptado a las premisas territoriales del equipo de gobierno el proyecto que su empresa, Mediterránea de Ingeniería Civil SL, había redactado. Se mantiene el puente, se drena el terreno sobre el que se asienta, se reducen las dimensiones de la rotonda inferior, se señaliza un paso de peatones y se habilita una marquesina para pasajeros del transporte público.
Desaparecidos los reparos técnicos, la Conselleria de Movilidad ha revisado todo el expediente de expropiaciones en el resto de ese trazado para que el plazo transcurrido desde la paralización de las obras no diera pie a problemas relacionados con las propiedades afectadas por cambios de titularidad a causa de compraventas, herencias u otras. Resueltas las nuevas alegaciones se ha despejado otro obstáculo, así que queda en manos del Consell, promotor de la obra, el reinicio de los trabajos antes de que el verano vuelva a paralizarlos.
Rafal Rubí
El movimiento de tierras realizado en 2014 y paralizado un año después alcanza hasta Rafal Rubí, cruce en el que se construyó otro puente. La reanudación de las obras hasta este punto se va a demorar como mínimo hasta el primer trimestre de 2023, lo que supone que durante el año y medio que queda de mandato solo se habrá trabajado sobre unos cuatro kilómetros del tramo Maó-Alaior.
El proyecto lo está ultimando el ingeniero Paco Martín y ha de incluir la demolición del puente y un cambio de sentido, cuya resolución técnica aún no está definida, a unos 500 metros del cruce actual en sentido Maó.
Todo lo relacionado con Rafal Rubí está pendiente de la aprobación previa del PTI, prevista para junio de 2022, que legitimaría la demolición del puente.