Menorca va a sufrir de nuevo las restricciones diseñadas desde Mallorca que recoge el nuevo decreto ley aprobado por el Govern. Es la conclusión general de Ashome, en relación al texto que incluye, entre otros puntos, la moratoria de plazas turísticas durante 4 años, en contraste con los hoteleros mallorquines, que sí han dado por buena la nueva regulación turística.
La medida restrictiva no había aparecido en ninguno de los documentos abordados con anterioridad por la patronal hotelera que preside Luis Casals.En ellos incidía especialmente en la necesidad de mantener la unidad de explotación en los apartamentos.
La diferenciación ha sido pasada por alto por el Ejecutivo balear.Menorca, recuerda Casals, ya tenía aprobado un límite al crecimiento de los hoteles, y ni siquiera se ha llegado al que se concretó en 2003. Precisa la patronal que la Isla tiene un plan territorial a punto de que sea definitivo, por lo que solo necesitaba incorporar un plan de reconversión de los apartamentos turísticos y un estudio del crecimiento de las estancias comerciales.
Subraya que antes de aprobarse el PTI de 2003 existía un crecimiento importante en alojamientos turísticos. Ese plan incluía la limitación de plazas hoteleras, que aceptaron los empresarios del sector. La patronal defiende que lo que hay que hacer en Menorca «es ordernar y gestionar lo turístico y lo residencial». El crecimiento hotelero en 19 años «ha sido casi anecdótico comparado con otras tipologías». E insiste en que ni tan solo se han construido todas las plazas que se dieron. Quiere esto decir «que gestionando y ordenando se puede controlar el crecimiento sin suspensiones» porque no es lo mismo establecer un límite de crecimiento y poner condiciones a cumplir «una suspensión de la actividad», apunta el presidente de la patronal insular.
Como consecuencia Ashome asegura que hay inversiones en marcha en despachos profesionales, constructores, arquitectos... «sueños de futuros empresarios a la espera de la respuesta de inversores que se han venido abajo por cuatro años». En todo caso, si el PTI hubiera estado aprobado la realidad en ese plazo «sería otra, nos da la sensación de estar en una historia interminable dictándonos los pasos de baile desde Mallorca».
La cuestión que más había tratado Ashome con el Ejecutivo es la Unidad de Explotación como herramienta para realizar inversiones en los alojamientos, seguridad y calidad a los clientes, como finalmente incluye la ley. Ashome valora el esfuerzo del Govern para recoger su petición pero recela que pueda quedar algún concepto jurídico indeterminado «ya que también intenta recoger una comercialización atípica».
Los hoteleros de la Isla subrayan que las medidas ambientales y las que faciliten la circularidad y las condiciones de los trabajadores del sector que contempla el decreto «están razonablemente bien», pero recuerdan que ya estaban siendo trabajadas por muchos establecimientos. «Una vez más el empresario va por delante de las normativas».
La patronal hotelera, como profesionales de otros sectores, rechaza el procedimiento seguido por el equipo de Francina Armengol que ha derivado en la nueva ley. «No estamos de acuerdo con estas formas de trabajar y tampoco con el resultado del decreto ley en su conjunto», pese a los intentos del Ejecutivo «en adornar la medida con un acuerdo marco para la cohesión social, circularidad y modernización del turismo en Balears».
Una ley que pretende ser pionera en la circularidad y posicionar a Menorca como destino de estas características «debe ser consensuada con toda la cadena de valor turística», señala la asociación. Ashome estima que «no es elegante ni ético que al mismo tiempo que el Govern use el decreto para suspender licencias busque el consenso de nuestra patronal en el mismo documento».
Por último ironiza al felicitar a Més per Menorca «por el logro de calado político» que ha obtenido al llevar su programa electoral a un decreto ley.
¿No hay manera de reformar las atrocidades turísticas de Menorca?. Por ejemplo, los hoteles de Son Bou, de Cala Galdana, Sa Sivina de Baix, Almirante Ferragut, Arenal d'en Castell,etc. Se debería de autorizar su derribo y la sustitución de su edificabilidad por la autorización turística de tantos edificios tradicionales en riesgo de ruina.