Hasta 108 personas fueron atendidas el año pasado en los talleres sociales y laborales de Caritas Diocesana de Menorca. Una labor que sirve de apoyo para que personas en riesgo de exclusión social puedan regresar al mercado de trabajo después de recibir una formación. Eso es, a través, por ejemplo de los talleres prelaborales de carpintería, de reparación de bicicletas y de horticultura en Ciutadella, y de auxiliar de ventas en tienda y de mozo de almacén, en Maó.
Para poder continuar desarrollando este tipo de acciones, el Consell insular y Caritas han suscrito un convenio de colaboración de 65.000 euros para este año, cantidad que supera los 48.750 euros que se destinaron para el ejercicio pasado.
Así lo expusieron este miércoles en las instalaciones de Mestral en el polígono industrial de Ciutadella, la consellera de Bienestar Social, Bàrbara Torrent, la concejal de Servicios Sociales en la localidad de poniente, Laura Anglada, el director de Caritas, Biel Pons, y los coordinadores de Inclusión social, Mar Pons, y de Economía social, Antoni Aguiló.
Este año, solo con los talleres prelaborales grupales se beneficiarán 46 personas. En Ciutadella, doce de ellas recibirán nociones de carpintería, doce más sobre reparación de bicicletas, y otras diez participarán en la formación de horticultura que se realiza en el Barranc d'Algendar. Mientras, por las formaciones en las instalaciones de Mestral de Maó pasarán seis personas por la de auxiliar de tienda y otras seis por la de mozo de almacén.
En el caso del taller de carpintería, los participantes recuperan muebles e incluso crean de nuevos a partir de los materiales obtenidos. Sucede lo mismo con las bicicletas que llegan del depósito municipal, transcurrido los plazos para su reclamación.
Estos cursos, que pueden ser de 160, 240 o 260 horas, van asociados a becas de asistencia que se calculan sobre el salario mínimo interprofesional y que, a razón de 2,97 euros por hora, otorga remuneraciones de entre 475 y 772 euros.
Tanto los responsables públicos como los de Caritas destacaron los beneficios de este tipo de iniciativas, que «llegan donde no puede llegar la administración» y que, además, «ayudan a conocer la realidad social» y las necesidades sociolaborales que existen en la Isla, para que «nadie se quede atrás».