Durante cuatro meses, del 1 de junio al 30 de septiembre, solo los residentes en Es Castell podrán aparcar entre las 18 y las 00 horas en la práctica totalidad del casco urbano de la localidad. La propuesta que nace del Plan de Movilidad Urbana Sostenible del municipio se hará realidad este verano, ya que el Ayuntamiento aprobó en su último pleno, con los votos de la mayoría de izquierdas PSOE-Som, la ordenanza que restringe el estacionamiento en calzada a los visitantes. Dicha restricción no afectará a vehículos de servicios públicos, de urgencias, movilidad reducida, carga y descarga, motos y bicicletas.
Aunque inicialmente se incluía la urbanización de Santa Anna en la zona solo para residentes, ahora, tras consultas con comerciantes y la solicitud realizada por el PP, se queda fuera. La frontera será la calle Sant Josep, donde solo podrán aparcar empadronados; también un primer tramo de la calle Llevant, hasta el cruce con Llebeig, se considera casco urbano y por tanto restringido. A partir de ahí, el resto de la urbanización será abierta al estacionamiento de foráneos. La idea es «derivar a la gente que viene de fuera a las bolsas de aparcamiento en el perímetro» de la población, afirmó la alcaldesa, Joana Escandell, durante el debate, «no quitamos ningún aparcamiento, sino que se regula y recoloca», explicó.
«No es una solución mágica pero durante cuatro meses lo probaremos, si no va bien el año que viene no se hará, pero tenemos la oportunidad de probar, creemos que es una buena idea», añadió Escandell, quien a lo largo de sus intervenciones recriminó a la oposición, PP y PI, que «hasta ahora no se ha hecho nada» para resolver los problemas de aparcamiento en temporada alta.
Con la iniciativa se busca reducir en verano la circulación de vehículos por el pueblo que buscan aparcar para luego dirigirse a la principal zona de bares y restaurantes, Calesfonts. «Los que vamos o vivimos allí vemos coches de alquiler dando vueltas y este movimiento se quiere evitar», expuso el concejal de Som, Óscar Gómez.
Por su parte, el portavoz del PP, Jaime Fedelich, cargó contra el plan de movilidad por no haberse consensuado y estar «plagado de errores», y aseguró que «no creo que tenga peso como para decidir el futuro de Es Castell». El edil manifestó preocupación por el hecho de que se traslade la presión de coches que buscan parking hacia las parcelas privadas que se usan como zona de estacionamiento en Fontanilles, donde ahora aparcan residentes y que en verano, con la restricción en el centro, se verán ocupadas por vehículos de visitantes. También el edil del PI, Florencio Conde, opinó que «antes de prohibir se deberían dar soluciones para que la gente pueda aparcar».