Es Castell va a poner en marcha un novedoso sistema para localizar a los dueños de los perros del municipio, con el propósito de hacer frente al problema de las defecaciones de los animales en la vía pública. Es el método elegido para aumentar el nivel de limpieza en las calles del municipio ante las protestas por la suciedad que provocan las heces que no retiran los dueños de las mascotas
Se trata del registro del ADNde todos los perros, que previamente habrán tenido que ser censados en el Ayuntamiento. Para ello el primer paso será modificar las ordenanzas municipales referidas a la tenencia de animales, que obligarán a los propietarios a efectuar este registro para que sean incluidos en el documento censal.
La regidora de Medio Ambiente, Marisa Álvarez, bióloga molecular, responsable de esta iniciativa, explica que posteriormente «los dueños deberán llevar a sus mascotas al veterinario, donde el profesional les extraerá la muestra de ADN en sangre, en un servicio que sufragará el propio Ayuntamiento». La muestra se enviará a un laboratorio y el genotipo quedará registrado en el censo municipal.
La información permanecerá almacenada en un banco de datos al que tendrá acceso el Ayuntamiento, el propio veterinario y la empresa de análisis especializado en el campo canino. Los perros deberán portar una pequeña chapa que incluirá un código QR con la información necesaria para localizar al dueño. En caso de que el perro no tenga su chapa personalizada el dueño podrá ser multado por la Policía Local.
De esta forma, cuando los agentes detecten una defecación en la vía pública, recogerán la muestra que permitirá localizar al propietario infractor a través del ADNdel animal, e imponerle la multa correspondiente por una falta leve. Esta oscila entre los 60 y los 300 euros.
El perfil genético de cada perro es único, por lo que si la muestra de heces recogida en la calle y analizada contiene más de un ADN, esta se rechaza en el laboratorio.
En el caso de que la muestra de heces analizada pertenezca a un perro no censado, el laboratorio enviará al Ayuntamiento un informe con los rasgos del perro, a modo de retrato robot realizado a partir del color, tipo de pelo, tamaño, forma del cráneo, sexo... Esta información servirá de ayuda para identificar al perro, mejorar el censo, e incluso llegar a localizar a su propietario.