Las administraciones han aprovechado la crisis sanitaria del coronavirus para establecer reglas como la de la cita previa. La Sindicatura de Greuges considera que, «siendo indispensable al inicio de la pandemia ha perdurado en la forma y en el tiempo más de lo que hubiera sido recomendable y ha producido un alejamiento de la Administración hacia el administrado, que ha llegado a sentirse desprotegido».
Son palabras de amonestación contenidas en el informe de actividad de la Sindicatura de Greuges de Menorca, que fue leído ayer en público por Gràcia Seguí, el único miembro que continúa seis años después de su constitución. José Barber, por razones personales, ha presentado su renuncia recientemente.
El abuso de la cita previa motivó una recomendación de la Sindicatura al Consell y a algunos ayuntamientos para que dejen de exigirla y se aseguren, en cambio, de que los ciudadanos sean atendidos aun sin disponer de la cita previa.
El informe recoge las dificultades que este órgano ha tenido para contar con una secretaria entre el personal administrativo del Consell. Ha sido una situación «que nos ha hecho experimentar de forma directa la misma experiencia que padecen muchos ciudadanos cuando se encuentran impotentes ante situaciones que no pueden resolver fácilmente a causa de tantas normas garantistas y exhaustivas con que nos hemos dotado y que muchas veces suponen verdaderos obstáculos para un normal y legal desarrollo de la sociedad».
Expansión
La Sindicatura cuenta, tras haberlo reclamado con insistencia, con una asesora jurídica y amplía su ámbito de acción entre los municipios. Desde el año pasado está a disposición de los vecinos de Es Mercadal y en breve los vecinos de Maó y de Ciutadella también podrán presentar sus quejas a través de este órgano. Otros cuatro ayuntamientos se habían adherido con anterioridad. Ambos ayuntamientos lo han aprobado y se está a la espera de firmar el convenio correspondiente. La Sindicatura de Greuges, que será su nombre oficial tras la aprobación ayer mismo del reglamento que regula su composición y funcionamiento, nació inicialmente para defender al ciudadano en su relación con el Consell y, a petición municipal, va ampliando su cometido con estas administraciones.
Con el fin de dar a conocer sus funciones ha iniciado una campaña bajo el título «La Sindicatura visita tu pueblo» en colaboración con las bibliotecas respectivas. Además se ha adherido al Fórum de Síndics i Defensors de Catalunya y del resto de España, que permite intercambiar experiencias y participar en talleres de formación continuada.
La Conselleria contra la que se han presentado más quejas es la de Cultura y entre los ayuntamientos, el de Es Castell.