El inicio casi simultáneo de las obras de instalación de pérgolas fotovoltaicas en dos aparcamientos de Sant Lluís, el del campo de fútbol Ses Canaletes y el que hay delante del colegio Sa Garriga, ha inutilizado de manera temporal 130 plazas de estacionamiento, 70 de ellas frente a la escuela. Esto ha sorprendido a las familias a poco menos de un mes de que acabe el curso y ha obligado al Ayuntamiento a tomar medidas circulatorias y de seguridad en los momentos punta de tráfico, a la entrada y salida de los niños de las clases, que es cuando la calle de la escuela se corta, para que los coches que antes aparcaban delante del centro lo hagan en el aparcamiento de las pistas de pádel, y así los niños puedan ir caminando.
Desde el Ayuntamiento se informa de que hay tres bolsas de parking en los alrededores, Ses Micoles, con 80 plazas, la ya citada de las pistas de pádel, con 83, y cerca del cementerio, con otras 69 plazas. Asimismo apunta que a medida que avancen las obras se irán recuperando aparcamientos y matiza que la instalación enfrente del colegio es iniciativa del Consell; con ambos proyectos de energía solar se prevé generar 133,5 kilowatios de potencia pico, en el aparcamiento del campo de fútbol, y 93,5 kilowatios en el de la escuela.
En el centro docente no han tenido quejas formales de padres de alumnos por esos momentos de atasco puntuales, además las obras han coincidido con la campaña «A peu a l'escola», comentan en el CEIP Sa Garriga, pero fuera, en la calle, algunos sí transmiten su malestar por los cambios, especialmente días atrás cuando llovió, «esto fue un caos», apunta un progenitor. Algunos padres se preguntan por qué no se ha esperado a que termine ya el curso para iniciar las obras, pero precisamente desde el Consistorio argumentan que en pocas semanas las actividades escolares y deportivas bajarán, y las obras seguirán su curso para finalizar en plazo. Los turistas, aseguran, aparcan más en las plazas de Lloc den Caules, a la entrada del pueblo.