Síguenos F Y T I T R

El control a los caballos en las fiestas de Menorca se extenderá a su comportamiento

Un animal agresivo, apático o con miedo puede ser un riesgo y no será apto para el ‘jaleo'

Imagen del jaleo en las fiestas de Sant Lluís | Gemma Andreu

|

El Protocolo de Evaluación del Bienestar de los Caballos en las fiestas de Menorca, encargado por el Consell, dedica un apartado al comportamiento del animal y si este presenta señales que puedan ser un problema, no solo para su salud sino también para el jinete o la seguridad de las personas, el veterinario descartará su participación en la colcada. El comportamiento apropiado es uno de los ejes sobre los que gira la mejora del bienestar animal en las fiestas, junto con el buen estado de salud, la nutrición, y la estabulación y descanso. En este sentido el protocolo coordinado por el veterinario Sergi Olvera plantea la necesidad de evaluar el lenguaje corporal y postural de los equinos y constatar la ausencia de agresividad, irritación, alarma, apatía y miedo para que puedan ser aptos y salir en los jaleos y otros actos festivos.

La detección de estos comportamientos en los caballos puede evitar sustos y accidentes posteriores, como los que se han tenido que lamentar cuando un animal se ha desbocado o ha descabalgado a un cavaller. El protocolo propone evaluar que el caballo no tiene una actitud defensiva, atacante, muerde o da coces (agresividad); que no está irritado, por ejemplo mostrando movimientos rápidos de la cola o    arpeos constantes; que no está tenso, nervioso, vigilante, en guardia contra una posible amenaza (alarma); o que tiene miedo, mostrándose inquieto, con temblores, mayor frecuencia respiratoria o con movimientos para alejarse de una zona. Pero por último, tampoco es buena señal en cuanto al comportamiento que el caballo esté apático, sin emoción, desinteresado, indiferente, inmóvil, aislado y deprimido.

La inspección veterinaria de los caballos tendrá lugar el día antes de la fiesta, según se acuerde con la comisión de bienestar animal, que estará formada por el equipo veterinario experimentado en clínica de caballos, un miembro de la junta de caixers y otro designado por el Ayuntamiento. El protocolo de bienestar acaba de presentarse y ya ha generado cierta intranquilidad entre algunos caballistas pero el Consell recuerda que está en trámite y abierto al consenso y la participación de este colectivo.

Relacionado
Lo más visto