Tres funcionarios, dos de ellos en los módulos, y un jefe de grupo, son los vigilantes interiores que prestan servicio cada noche en el Centro Penitenciario de Menorca. La escasa cifra, a la que se suma el que se halla en la torre de vigilancia, cuestiona la seguridad necesaria que reclaman los trabajadores para realizar su cometido, independientemente del número de internos.
Esa fue la reivindicación principal que el jueves trasladaron los representantes sindicales de Acaip+UGT y CSIF a la delegada del gobierno en Balears, Aïna Calvo, en protesta por las últimas agresiones sufridas por el colectivo en los últimos meses, tanto en la de Palma como en la de Menorca, el pasado febrero.
En este encuentro los funcionarios entregaron a Calvo un informe que describe, bajo su criterio, la situación de la prisión menorquina, el mismo que trasladaron a la Dirección Insular de la AGE, en Maó, el pasado 31 de mayo.
La prisión menorquina cuenta en la actualidad con 106 funcionarios, de los que 55 son interiores, mientras que el resto se reparten en administración y otros departamentos. A esta cifra se deben restar las bajas de larga duración, vacaciones y exenciones por paternidad, embarazos o enfermedad, lo que limita el número de trabajadores disponibles.
La "mejor del país", según el Gobierno
La situación se ha agravado este año porque en mayo se marcharon los 10 funcionarios en prácticas, que a efectos laborales, trabajaban como cualquiera de los de plantilla, y no han sido sustituidos. La directora del entro, María González Valbuena, ha reclamado que se reponga esta cifra de trabajadores en prácticas, pero desde Instituciones Penitenciarias la respuesta es que la situación de Menorca es, con diferencia, la mejor del país, puesto que tiene un ratio de dos funcionarios para cada recluso, cuando lo normal es un funcionario por cada 5 reclusos.
En cifras asépticas, la Relación de Puestos de Trabajo señala que a la prisión de Menorca le falta por cubrir el 17 por ciento de puestos que serían entre 116 y 121. Los funcionarios lamentan que se tomen esas cifras como válidas ya que no se contemplan bajas ni vacaciones. «Es imposible aumentar el número de efectivos ni en los turnos de día ni en los de noche, que deberían ser al menos 5, pero no hay personal», indica un empleado de la cárcel menorquina.
El continuo tráfico de funcionarios por la indemnización mínima que reciben en Balears juega contra la estabilidad de la plantilla, denuncian los sindicatos en una reivindicación que ha movilizado los últimos meses la otra fuerza sindical, «Tú abandono me puede matar». Ninguno de los funcionarios actuales es menorquín.