A finales del pasado mes de julio, el Ayuntamiento de Maó presentó una solicitud a la Comandancia General de Balears en la que requería la concesión de más agua procedente del pozo de la base militar de Sant Isidre. Finalmente, el Ministerio de Defensa ha decidido proporcionar solo una tercera parte de la cantidad demandada en un principio.
Si el Consistorio había pedido permiso para extraer 15.000 hectómetros cúbicos de agua, el Ministerio de Defensa tan solo ha accedido a otorgar unos 5.000.
Por el momento son buenas noticias, ya que las primeras impresiones que se arrojaban después de mandar la petición eran totalmente pesimistas. Se preveía que Defensa no iba a vender más agua, pero tal y como explicó el coronel Quiroga en su momento, «la voluntad siempre ha sido la de colaborar al máximo».
Esta decisión da un respiro a los depósitos municipales, cuya situación era tan extrema que hasta se llegó a tantear la posibilidad de tener que realizar cortes en los domicilios.
Mucho llorar porque no hay agua e intentar poner restricciones, cuando la mayor culpa es del Ayuntamiento que no ha movido ni un dedo para resolver las fugas de agua que se pierde por las canalizaciones defectuosas. Mucho echar balones fuera, descargar la responsabilidad en los usuarios, mientras estos incompetentes del consistorio no hacen su trabajo.