A las dificultades que este año venía padeciendo el mundo rural, por el importante incremento de costes y la reducción de la rentabilidad de sus productos, se le sumó este jueves otro golpe inesperado. El granizo que cayó sobre la Isla afectó en gran medida las cosechas, arrasando fincas enteras y echando por tierra el trabajo de todo el año.
La afectación ha sido desigual en función de la localización de cada lloc. Aunque la tormenta entró por el costado más occidental de Menorca, dejando allí importantes consecuencias, la peor parte se la llevó la zona más oriental, Alaior, Sant Climent, Maó, Sant Lluís o Es Castell, donde sufrieron mayores daños.
Desde la Cooperativa del Camp, su gerente, Antònia Bosch, confirmaba a Menorca-Es Diari los peores presagios. «Los cultivos de fruta y verdura han quedado muy afectados, no ha quedado prácticamente nada», e igual ha sucedido con los forrajes de maíz y sorgo. «Todo lo invertido en semillas, abonos, tractores, gasoil y electricidad pasan a ser pérdidas», a lo que hay que añadir también los daños en «instalaciones, tejados de las fincas» y enderrossalls.
Incluso, «el granizo ha agujereado los plásticos que cubren los forrajes recogidos en abril o mayo», que corren ahora el riesgo de estropearse, si no se actúa muy rápidamente, advertía Bosch.
Fruta y verdura dañadas
Desde explotaciones frutícolas como S'Hort de Son Trèmol, en Es Migjorn Gran, o de Hort d'en Rellotge, en Alaior, se mostraban apesadumbrados al contemplar el panorama que ha dejado la tormenta. En la primera finca, Maribel Florit daba por perdida gran parte de la producción de manzana, melocotón, ciruela o chino. «Llevamos aquí nueve años, y es la primera vez que nos ocurre algo así», admitía desolada al observar los golpes que se aprecia en la poca fruta que ha quedado en pie.
En Hort d'en Rellotge, Gustavo Blanco supervisaba también sus cerca de 4.000 árboles frutales. En su caso, «por lo menos el 80 por ciento, si no todo, se ha echado a perder», cuantificaba, de su producción de melocotones, nectarinas, chinos, ciruelas, manzanas o albaricoques.
Maria Reurer, la técnica de la Agrupació de Defensa Vegetal Fruta Menorca, corroboraba igualmente las peores estimaciones, asegurando que, «con la granizada, muchas fincas han perdido la añada» y, con ello, todo el trabajo y las inversiones realizadas.
Otros productores han tenido más suerte. Sergio Riudavets, de Santo Domingo comprobaba la «suerte que hemos tenido», al haber caído en esa zona de Sant Lluís un granizo mucho más fino.
ChirupaTienes razón al decir que no todo lo debe pagar el gobierno de turno, pero si hay ayudas para la Palma, para Lorca, para los que sufren los incendios, etc, etc... también debería haber para esta gente que vive de ello. O todos moros o todos cristianos. Ademas, no todos los seguros cubren estas catastrofes.