Fascinado por el mundo de la psicología y siendo un entendido en la materia, el life coach David Portella Ramis (Maó, 1980) acaba de publicar «¿Cree que elige libremente lo que compra?», un ensayo en el que aborda la psicología del consumo.
A través de 77 consejos prácticos, Portella busca informar a los lectores sobre las técnicas persuasivas publicitarias. De este modo, tanto los pequeños comercios como los autónomos pueden aplicarlas en su día a día.
¿De dónde surgió su interés por el funcionamento de la mente humana?
—Desde muy pequeño siempre me interesó el mundo de la psicología y la conducta de la gente. Por ejemplo, ¿por qué compramos una marca y no otra? Siempre me han interesado todo este tipo de cuestiones.
Es un auténtico experto en muchos ámbitos de la neurociencia. ¿Cuál es su experiencia formativa?
—Es algo que requiere bastante tiempo y también necesitas tener recursos económicos sí o sí. Los estudios de postgrado y las diferentes academias de negocios no son para nada baratas. Por otra parte, he ido desarrollando mi formación en diferentes universidades como la de Nebrija, la UNED o la UOC. Ahora mismo, estudiar online me ayuda a seguir formándome a la vez que llevo a cabo mi actividad profesional.
En un principio escribía obras de teatro. Ahora se ha animado con los ensayos. ¿Considera que la faceta de escritor también forma parte de un coach?
—No tiene por qué. Las obras de teatro me han gustado desde siempre y he llegado a escribir alguna. En cambio, escribir ensayos sobre psicomarketing y la persuasión de ventas es un tema totalmente diferente. Mi libro «¿Cree que elige libremente lo que compramos?» se encuentra disponible en varias plataformas online y se puede comprar desde ya en la Librería Ronda (Maó), la cual tiene la exclusividad de venta en la Isla.
En su caso, ¿cuándo se dio cuenta de que realmente no elegía libremente aquello que compraba?
—Sobre todo cuando comencé a introducirme en el estudio de todas aquellas técnicas de neuromarketing y a conocer aquella parte del cerebro más límbica, más emocional e instintiva. Multitud de sensaciones internas actúan a la hora de que nuestra mente acceda a la compra. La única manera de comprar libremente es hacerlo de forma consciente, pero a los humanos nos cuesta estar pensando y razonando en todo momento. Nos es imposible. Por eso las grandes marcas nos están estimulando constantemente. Las pequeñas empresas deben aplicar medidas de ahorro y controlar esta inercia.
En su libro comenta que no puede faltar el sentido del humor. ¿Lo considera necesario para tratar este tipo de situaciones?
—Sí, creo que es necesario para todo. De esta manera, el libro también es más digerible, más ameno y entretenido. Algunos lectores se lo leerán para ahorrar, otros para crecer a nivel empresarial… Incluso respondo a la pregunta de por qué compramos lotería. Básicamente, todos estos trucos buscan potenciar todos aquellos sesgos cognitivos de nuestra mente.