Las nuevas tecnologías van a proporcionar una ayuda necesaria al Consell de Menorca en su propósito de perseguir la pesca furtiva en el litoral insular, para la que dispone de limitados recursos materiales y humanos, como denuncian regularmente los grupos ecologistas.
El área de Economía ha sacado a licitación un contrato menor para llevar a cabo tareas de soporte a la vigilancia que realizan los dos inspectores de pesca de que dispone la institución mediante el uso de drones. Los tres aparatos con los que deberá contar la empresa que obtenga la concesión aportarán imágenes que servirán a los profesionales para desarrollar su labor y localizar posibles actuaciones contrarias a la normativa y calendario de pesca.
«Es un paso adelante innovador porque los drones ampliarán el campo de visión a más millas de la costa y permitirán obtener fotos y vídeos de posibles actuaciones furtivas más alejadas», ha explicado Pilar Pons, directora insular de Economía.
Un coste de 15.000 euros
El contrato tendrá un año de duración, desde su formalización, y está dotado con 15.000 euros, más IVA, que representa 3.150 euros más. Un piloto de dron, con la titulación precisa como operador registrado en AESA, la Agencia Espacial Europea, y un observador deberán componer el equipo que se embarque con los inspectores durante un mínimo de 35 salidas anuales, cada una de las cuales tendrá una duración máxima de 5 horas, indican las bases del contrato menor. El plazo de las empresas para presentar ofertas a este concurso concluirá el próximo 8 de septiembre
El piloto y el observador que forman el equipo deberán tener una disponibilidad total para poder embarcarse, con un tiempo de respuesta que no podrá superar las dos horas, indican las bases del contrato.
La tecnología de los drones se sumará a la dotación de dos inspectores de pesca del Consell, tres vigilantes de la Reserva Marina (dos guardas y un patrón), con tres embarcaciones, además de las actuaciones del Seprona, de la Guardia Civil, con que se vigila el litoral insular.