Tras un verano con problemas para garantizar el abastecimiento de agua, y en el que diversos municipios de Menorca han tenido que cerrar las duchas de las playas para no derrocharla, el Ayuntamiento de Es Migjorn ha decidido apostar por la instalación de duchas sostenibles, con agua de mar y cuyo sistema de bombeo funcionará con energía solar. De este modo, el equipo de gobierno liderado por Antònia Camps no quiere que el próximo verano pase com este, que se ha visto obligado a cerrar las duchas de Sant Tomàs para no sobreexplotar los pozos.
El Consistorio prevé instalar un total de diez duchas con agua de mar que se situarán en las pasarelas de acceso a la playa de Sant Tomàs, con un coste estimado de de 38.750 euros, más IVA.
Para el funcionamiento de estas duchas hará falta la instalación de bombas de captación de agua salada, que se situarán el mar y en la zona rocosa en frente de las inmediaciones de los aseos públicos y de la caseta de los socorristas. El agua será impulsada por una bomba con energía procedente de las placas fotovoltaicas. Al final irá a un depósito, con una capacidad de 20 metros cúbicos, situado en la zona verde, y cuando este esté lleno la captación se parará automáticamente. Desde el depósito otras dos bombas impulsarán el agua hacia las diez duchas a través de unas tuberías de más de mil metros lineales que se instalarán debajo de las pasarelas de madera.
El Ayuntamiento estima un consumo total máximo de 50 metros cúbicos por día, aunque asegura que debido al sistema de bombeo automático hay margen para abastecer hasta el doble de esta cantidad, siempre claro que lo permita la radiación solar.
El equipo de gobierno destaca la sostenibilidad de esta iniciativa, a la vez que afirma que su instalación «no requiere de actuaciones erosivas ni excavaciones en el frente marítimo» y que las instalaciones son «susceptibles de ampliación para un futuro, o de ser desmotado en invierno».