Primero se denuncia públicamente a través de alguno de los múltiples canales que hoy existen y, si no hay respuesta por parte de quien debe darse por aludido, se pasa a la acción. Es lo que ha ocurrido en Es Castell, donde un grupo de vecinos ha decidido remediar la pobre imagen que ofrecía la ornamentación vegetal limpiando y resembrando las jardineras de la calle Victori, la entrada del pueblo desde la carretera hasta la Esplanada.
En el gesto vecinal hay una parte de denuncia y otra de reacción cívica que nace «de la frustración ante la no acción o la acción pasiva del Ayuntamiento, que tiene el espacio público en un estado de dejadez», declara una de las promotoras de la iniciativa. Ejercen la protesta de forma activa «y positiva aportando un poco cada uno con la esperanza de que esta acción sirva como revulsivo», añade.
Han comenzado por la calle Victori, que consideran la entrada del núcleo urbano y que con las jardineras secas, sin vegetación y convertidas en sucios ceniceros «constituye una tarjeta de presentación que Es Castell no se merece», denuncia.
Esperan que la vegetación sembrada ahora, de carácter arbustivo, más resistente, mejore la imagen y, sobre todo, que cunda el ejemplo y que el Ayuntamiento lo extienda a todo el pueblo.